La comunidad internacional expresó hoy preocupación por las condiciones de detención del presidente derrocado de Níger, Mohamed Bazoum, un día después de que el bloque de países de África occidental ordenara la movilización de su fuerza de reserva para restituir el orden constitucional en el país africano.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, expresó su "profunda preocupación" por el "deterioro de las condiciones de detención" de Bazoum, retenido en su residencia junto a su mujer y su hijo desde el golpe de Estado del 26 de julio pasado.
El trato que se le dispensa es "inadmisible", denunció en un comunicado, en el cual expresó su "firme apoyo a las decisiones de la Cedeao", la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El bloque de África occidental ordenó ayer la movilización de su "fuerza de reserva" para "restablecer el orden constitucional" en el empobrecido país de 25 millones de habitantes, uno de los últimos aliados de occidente en la región del Sahel, donde operan numerosos grupos yihadistas.
La Unión Europea (UE) también expresó en un comunicado su "profunda preocupación" por la suerte del presidente, elegido democráticamente.
"Según las últimas informaciones", Bazoum y su familia están "privados desde hace varios días de alimentos, electricidad y atención médica (...) no hay justificación para semejante trato", declaró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Uno de los familiares del dirigente dijo a la agencia de noticias AFP que Bazoum "está bien, pero que las condiciones son muy difíciles" y alertó que los militares amenazaron con atentar contra él en caso de intervención militar.
La ONG Human Rights Watch pudo comunicarse con Bazoum y afirmó que describió las condiciones de su detención como "inhumanas y crueles". No tiene electricidad desde el 2 de agosto ni contacto humano desde hace una semana, denunció.
Los militares en el poder "tienen secuestrado al presidente Bazoum. Personalmente, lo considero un acto de terrorismo", criticó el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.
Tras la cumbre de la Cedeao celebrada la víspera en la capital de Nigeria, Abuya, Ouattara informó que los países del bloque habían dado "el visto bueno" para que la intervención empezara "lo antes posible".
La Junta militar en el poder en Niamey aún no ha reaccionado a la decisión del bloque regional, que espera, sin embargo, que el conflicto se resuelva pacíficamente.
Por su parte, Francia, la antigua potencia colonial con presencia militar en este país, "apoya todas las conclusiones" de la cumbre de la Cedeao, incluida la posibilidad de una intervención militar, dijo su Ministerio de Relaciones Exteriores.
Estados Unidos, que cuenta igualmente con soldados desplegados en Níger en el marco de un operativo antiyihadista, también expresó su respaldo "al liderazgo y el trabajo de la Cedeao" para restablecer el orden constitucional, dijo su secretario de Estado, Antony Blinken.
En otra cumbre después del golpe, los dirigentes de la Cedeao habían lanzado un ultimátum a los militares para que restablecieran a Bazoum en el poder el 7 de agosto a más tardar, bajo amenaza de hacer uso de la fuerza.
En el pasado, la Cedeao ya intervino en Liberia, Sierra Leona y Guinea-Bisáu.
Los militares nigerinos ignoraron el plazo de la Cedeao y dieron señales de querer afianzarse en el poder.
El martes denegaron la entrada de una delegación conjunta de la Cedeao, la Unión Africana y Naciones Unidas por motivos de "seguridad".
Y ayer anunciaron la conformación de un nuevo Ejecutivo con 20 ministros, la mayoría de ellos civiles y con dos generales al mando de las carteras de Interior y Defensa.
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, al frente de la presidencia rotatoria de la Cedeao, insistió al iniciarse la cumbre en la necesidad de "priorizar las negociaciones diplomáticas y el diálogo".
"No descartamos ninguna opción, incluso el recurso a la fuerza. Si no lo hacemos, nadie lo hará en nuestro lugar", afirmó.
Malí y Burkina Faso, que también están liderados por militares, afirmaron que considerarán una intervención como "una declaración de guerra" contra ellos. Ambos son también antiguas colonias francesas.
Con información de Télam