Los comandos militares de varios países del oeste de África se reunieron hoy en Ghana para coordinar una posible intervención en Níger con el objetivo de restituir el orden democrático tras el golpe de Estado de finales de julio.
"La democracia es lo que defendemos y lo que alentamos", declaró el jefe del Estado Mayor de Nigeria, el general Christopher Gwabin Musa, durante la reunión de los responsables militares de los países de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao), celebrada en la capital ghanesa, Accra.
Aunque la opción de una operación armada sigue sobre la mesa, la Cedeao parece darle prioridad a la vía del diálogo con el régimen militar que derrocó al presidente Mohamed Bazoum el 26 de julio, y que colocó al general Abdurahaman Tchiani al frente del país.
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"El objetivo de nuestra reunión no es simplemente reaccionar a los acontecimientos, sino trazar, de forma proactiva, un camino que conduzca a la paz y a que promueva la estabilidad" en Níger, señaló Gwabin Musa, informó la agencia de noticias AFP.
El encuentro de dos días de los jefes de Estado Mayor ocurre después de un nuevo episodio de violencia en este país golpeado por la insurgencia yihadista, con una emboscada de milicianos islamistas que mató a al menos 17 soldados.
En el frente diplomático, Alemania elevó hoy el tono e instó a la Unión Europea (UE) a adoptar "sanciones" contra los autores del golpe de Estado en Níger, un país crucial para el abastecimiento de uranio.
"Tras la suspensión de la cooperación en materia de desarrollo y de seguridad, queremos poner en marcha en la UE sanciones contra los golpistas", escribió el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán en la red social X, antes conocida como Twitter.
La UE, por su parte, expresó hoy su "firme condena" del ataque yihadista contra el Ejército de Níger, que dejó 17 soldados muertos tras caer en una emboscada en la región de Tillabéri, al norte de la capital Niamey.
En un mensaje en redes sociales, el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell, denunció el ataque y señaló que el reciente golpe de Estado no ayuda a generar estabilidad y seguridad en el país ubicado en el Sahel, una región del centro de África donde operan numerosos grupos yihadistas.
"Restaurar el orden constitucional es la única manera de restablecer la seguridad en un país muy debilitado por el intento de golpe de Estado", dijo Borrell.
En los últimos días, se multiplicaron los llamados a una solución pacífica para la crisis, algunos procedentes de socios occidentales como Estados Unidos, que el miércoles anunció el nombramiento de una nueva embajadora en Níger.
En paralelo, el nuevo régimen nigerino también busca aliados en la región.
El primer ministro nombrado por los militares, Ali Mahaman Lamine Zeine, visitó el martes el vecino Chad, un país clave en el Sahel que no forma parte de la Cedeao.
"Estamos en un proceso de transición, discutimos los pormenores y reiteramos nuestra disponibilidad para permanecer abiertos y hablar con todas las partes, pero insistimos en la independencia de nuestro país", dijo Zeine.
Chad anunció la semana pasada que no participará en ninguna intervención militar junto a la Cedeao.
Los vecinos Mali y Burkina Faso, también dirigidos por militares llegados al poder a través de golpes de Estado (en 2020 y 2022 respectivamente), manifestaron rápidamente su solidaridad con los generales nigerinos.
El depuesto presidente Bazoum, de 63 años, se encuentra preso junto a su familia en la residencia presidencial en Niamey, acusado de "socavar la seguridad interior y exterior de Níger", por lo que los militares golpistas amenazaron con procesarlo por "alta traición".
La elección en 2021 de Bazoum fue un hito en la historia de Níger al tratarse de la primera transición pacífica de poder desde la independencia de Francia en 1960.
Antes de ser detenido y depuesto por su guardia presidencial, Bazoum había superado dos tentativas de golpe.
Con información de Télam