El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, confirmó hoy que se reunirá el miércoles con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en el estado de California, encuentro que China considera una provocación.
La reunión cerca de la ciudad de Los Ángeles ha generado otro foco de fricción entre las dos máximas potencias mundiales, y se sigue de una visita de la antecesora de McCarthy, la demócrata Nancy Pelosi, a Taiwán en agosto pasado que enfureció a Beijing.
China considera a Taiwán parte de su territorio y, bajo la política de "Una sola China", se opone a que terceros Estados tengas lazos formales con la isla de gobierno autónomo democrático y a las reuniones de sus funcionarios con funcionarios taiwaneses.
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Tsai, de gira por Centroamérica desde la semana pasada, estaba hoy en Belice, adonde llegó procedente de Guatemala., dos de los solo 13 países que reconocen diplomáticamente a la isla asiática en el mundo.
La presidenta hará una escala en Los Ángeles para verse con McCarthy, que es el segundo en la línea de sucesión presidencial de Estados Unidos, antes de regresar a Taiwán, luego de haber hecho otra escala en Nueva York cuando iba para Guatemala.
"El miércoles 5 de abril, el presidente Kevin McCarthy organizará una reunión bipartidista con la presidenta de Taiwán en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan", al norte de Los Ángeles, anunció su oficina en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
China advirtió al Gobierno estadounidense del presidente Joe Biden que estaba "jugando con fuego" por la visita de Tsai, cuando la presidenta estaba en Nueva York, la semana pasada.
Medios estadounidenses informaron que unos 20 legisladores prevén acompañar a McCarthy en la cita.
El viaje de Tsai a Guatemala y Belice se inscribe en esfuerzos de Taiwán de reforzar sus apoyos externos, luego de que Honduras se convirtió este año en el quinto país centroamericano en romper con la isla y establecer lazos con China.
McCarthy, el republicano de mayor jerarquía en el Congreso, había prometido anteriormente viajar a Taiwán siguiendo los pasos de Pelosi, a quien remplazó como líder de la Cámara Baja en enero pasado.
Aunque Estados Unidos reconoció la soberanía de China sobre Taiwán en 1979, es el principal aliado de la isla y su mayor proveedor de armas.
La encargada de negocios de la embajada de China en Estados Unidos, dijo a periodistas la semana pasada que Washington se arriesgaba a una "confrontación seria" sin importar si los líderes estadounidenses iban a Taiwán o a la inversa.
"Estados Unidos sigue diciendo que el tránsito (de la presidenta) no es una visita y que hay precedentes, pero no debemos usar los errores del pasado como excusa para repetirlos hoy", remarcó la diplomática, Xu Xueyuan.
La visita no oficial de Pelosi a Taiwán el año pasado causó fuerte enojo por parte de China.
Beijing respondió con maniobras militares a una escala pocas veces vista en los alrededores de esta isla autónoma que Beijing considera una provincia rebelde y parte de su territorio, amenazando incluso con recuperarla por la fuerza.
La escala de la presidenta taiwanesa en Estados Unidos llega en momentos en que el Gobierno chino del presidente Xi Jinping ha aumentado su presión militar, económica y diplomática sobre la isla vecina desde que Tsai llegó al poder en 2016.
América Latina ha sido un terreno disputado desde que Taiwán y China se separaron en 1949, al final de la guerra civil. Los comunistas tomaron el poder en China continental, mientras los nacionalistas se replegaron a Taiwán.
Centroamérica en particular había sido hasta hace poco una región aliada histórica de Taipéi.
Antes de que Honduras anunciara hace una semana que abandonaba Taiwán para plegarse a la órbita diplomática china, lo hicieron Nicaragua en 2021, El Salvador en 2018, Panamá en 2017 y Costa Rica en 2007.
Con información de Télam