En la víspera de un nuevo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el conteo de las desapariciones en México cumple un triste récord: son más de cien mil las personas cuyo paradero se desconoce. Y cada día, la cifra crece. Es sistemático y endémico. Sus causas son múltiples porque son varios los actores implicados: el Estado, las organizaciones criminales y la violencia machista y patriarcal. “La problemática no se atendió, creció y se desbordó”, sentenció ante El Destape la titular de la Comisión de Búsqueda de Persona del Estado de México (COBUPEM), María Sol Berenice Salgado Ambros.
Salgado Ambros fue la primera fiscal especializada para la investigación y persecución de delitos de desaparición forzada de personas; directora adjunta del área de delitos de violencia contra mujeres y trata de personas de la Procuraduría General de la Nación, y también tuvo cargos en el área de violencia intrafamiliar y de apoyo a víctimas de delitos sexuales y actualmente es la Comisionada de Búsqueda de Personas del Estado de México.
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En entrevista con El Destape explicó el motivo de las cifras que estremecen al país desde hace décadas. En el conteo que lleva el Gobierno nacional son más de cien mil las personas desaparecidas y no halladas desde la década de 1970. El caso Ayotzinapa, como se conoce la desaparición de 43 estudiantes en 2014, constituyó sólo un hecho más de tantos. A ese contexto, se suma, la emergencia forense. Es decir, la cantidad de cuerpos encontrados no identificados.
El Destape- Este año México llegó a las 100 mil personas desaparecidas en el marco de una emergencia forense, ¿cómo se explican estas cifras?
María Sol Berenice Salgado Ambros- El número de más de 100 mil atiende a las personas pendientes de localizar, el total global es de casi 400 mil reportes de los cuales se han localizado con vida a la mayoría. En el caso particular de México, en 2017, se publicó la Ley general en materia de desaparición que obliga a que exista un registro nacional de personas desaparecidas, que se actualiza en tiempo real por todas las autoridades que, de alguna manera, nos enteramos de las desapariciones y empezamos a actuar, como fiscalías y comisiones de búsqueda. Cada Estado de la República -que son 32- carga sus datos. Este registro entró en funcionamiento en 2019 y provocó que todos los casos que en algún momento no se habían contabilizado o sistematizados fueran registrados. Incluyó a las víctimas de delito de secuestro, que antes se contabilizaban aparte y también se sumó el delito de sustracción, que es muy común, cuando el papá o la mamá por cuestiones civiles de custodia se lleva a los niños o niñas. La ley dice que se debe tener en cuenta a todo aquel de quien no se sepa su paradero.
ED - ¿Qué elementos específicos saben en la actualidad respecto a las desapariciones?
MSBSA- Han aumentado los casos que llamamos recientes. Entendemos a los que fueron hace más de un año como de larga data. En los casos recientes detectamos un índice de criminalidad exacerbada vinculado a las bandas de delincuencia organizada, que operan en todo el país, y al desorden institucional que ha imperado en el procesamiento de la información en el conteo. Tenemos una cifra muy alta de cuerpos no identificados. El Movimiento por Nuestros Desaparecido el año pasado trabajó sobre los informes de las áreas forenses del país y contabilizó que hay más de 52 mil cuerpos de personas fallecidas no identificadas que están en dependencias del Gobierno, ya sea en fosa común o en el servicio médico forense. Los casos se han ido trabajando en las comisiones de personas desaparecidas, pero como detrás hay un desorden de tanto tiempo se han tenido que plantear estrategias extraordinarias.
ED- ¿Cómo cuáles?
MSBSA- El 30 de agosto de 2021 se creó el Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense, que como un organismo independiente de la Fiscalía y de los servicios médicos forenses, ayuda creando estrategias de identificación masiva. Por el momento, está trabajando en un diagnóstico nacional que ya empezó a implementarse en dos estados, el resto están en revisión de si van a aceptar esta ayuda. Las comisiones estamos exigiendo que sí sea llevado adelante en todo el país y que todos los gobiernos abran su información.
ED - ¿Por qué hay estados que se resisten a esta implementación?
MSBSA - Por las inminentes responsabilidades de tantas omisiones sistemáticas. Cuando entran nuevos servidores públicos heredan esas responsabilidades y saben que con las crisis que estamos viviendo muy posiblemente las familias de las victimas que se identifiquen hagan alguna acción por la violación a los derechos humanos de sus familiares y a ellos mismos. Ha sido difícil porque quieren tomar el seguimiento de estos cuerpos como si fuera un tema meramente legal, pero de nada sirve que los tengan bajo secreto de la institución si ni quiera saben quiénes son.
ED - Se cumplen 8 años de Ayotzinapa, ¿qué significa y qué representa ese hecho para México?
MSBSA - Fue un parteaguas que visibilizó la desaparición que venía ocurriendo desde hace décadas en nuestro país. No es coincidencia que, por ejemplo, en 1974 (N de R: periodo de la “Guerra sucia” que consistió en la tarea de eliminar opositores) fuera justo en Guerrero el caso que tenemos documentado en la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre Rosendo Radilla Pacheco (N de R: un líder social y político de la zona) que fue desaparecido por el Estado. Hoy seguimos sin saber cuál fue su suerte. En 2014, en el mismo Estado, sucedió la desaparición de los 43 estudiantes, a manos del Estado en coordinación o confabulación con la delincuencia organizada. Deja en claro que es parte de la misma problemática que no se atendió, creció y se desbordó. Cuando ocurrió una desaparición tan grande como la de los 43 estudiantes los ojos del mundo se volvieron hacia nosotros, pero esto ya lo veníamos viviendo desde los años 70. Esto obligó a que se creara un marco legal e instituciones especializadas en investigación como en la búsqueda a petición de las familias como de organismos internacionales.
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ED - Otra arista de esta problemática es la desaparición sistemática de mujeres seguida, en muchas ocasiones por feminicidios. Aunque según los datos del Gobierno las cifras bajaron en los últimos meses, los registros manejan números de más de cien mujeres asesinadas por mes, ¿se establecieron mecanismos para empezar a evitar estas situaciones?
MSBSA - La violencia vinculada a la desaparición y al feminicidio no es tan nueva. En el 2001, en Ciudad Juárez, fue el primer caso documentado. Se encontraron unas cinco personas en Campo Algodonero, eran todas mujeres. Por este suceso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) detectó que las denuncias se obstaculizaban alegando que quizá se habían ido por su voluntad. Esto se da a pesar de la situación especial de las mujeres, de mayor vulnerabilidad atravesada por la violencia patriarcal. Los investigadores de la Corte advirtieron que estaba ocurriendo en todo el país y dictaron que se implementaran protocolos especiales de búsqueda. Se creó el protocolo ALBA (de búsqueda inmediata de niñas y mujeres). En la actualidad estamos trabajando con la comisionada Nacional de Búsqueda de Personas de México, Karla Quintana, en uno nuevo que sea de obligatoriedad nacional para que se busque de manera inmediata y con perspectiva de género, porque la desaparición de una mujer o una niña se tiene que abordar con una óptica distinta, no hay que descartar ninguna variable. Ya se presentó el primer borrador a toda la República, a las fiscalías, para que hagan sus comentarios y aportaciones para que a fin de año se tenga.
ED - Como dijiste, en los casos de desapariciones en México se entrecruzan la violencia por parte del Estado, como de las organizaciones criminales y narcotraficantes como la violencia hacia las mujeres, ¿cómo es abordar todas esas variables?
MSBSA - Ha sido difícil porque son razones muy distintas, pero hemos tratado de construir políticas públicas, generar análisis de cada región en donde están ocurriendo las desapariciones para conocer los motivos. Hacerlo de una manera más individual y hacer lo que esa región necesita. La propia búsqueda inmediata en el caso de las mujeres sí podría hacer la diferencia para que no pase algo más. En muchos de los casos detectamos que salieron por voluntad propia, pero se van a un contexto más peligroso que puede llevar a la trata de personas o a la más grave de todas las vulneraciones: el feminicidio. La tarea que tenemos permanente es la de concientizar a las instituciones que hasta ahora manejaban la idea equivocada de que la búsqueda la tenía que hacer la familia por sus medios. Lo que estamos empujando es que actúen de manera más rápida. Hacer búsquedas más efectivas.
ED - La frontera norte del país también ha sido noticia en los últimos años debido a las caravanas migrantes que viajan hacia Estados Unidos, ¿cuál es la situación allí?
MSBSA - Así es. Tamaulipas tiene el primer sitio de reportes de desaparición. Creo que es porque es una de las fronteras menos vigiladas y eso hace que haya más lugar para los traficantes de personas. Luego le siguen Jalisco y Estado de México. Ha crecido la influencia de los grandes carteles. En la zona norte están los más terribles, como el cartel de Sinaloa y el de Tijuana.