El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo hoy a los líderes árabes que su país seguía comprometido con Medio Oriente y no cedería su influencia "para que la llenen China, Rusia o Irán", en el marco de una cumbre en Arabia Saudita que cerrará su viaje por la región.
"No nos alejaremos ni dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán", afirmó Biden durante la cita que tiene lugar en Yeda, a orillas del mar Rojo, informó la agencia de noticias AFP.
La cumbre, última parada de la gira de Biden por Medio Oriente que lo llevó ya a Israel y Cisjordania, reúne a los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, así como a Egipto, Jordania e Irak.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Biden va a aprovechar el encuentro para hablar de la volatilidad de los precios del petróleo y exponer su visión sobre el papel de Washington en la región.
En esa línea, anunciará una ayuda de 1.000 millones de dólares para la seguridad alimentaria en Medio Oriente y el norte de África, amenazada desde la invasión rusa de Ucrania, según un funcionario de la Casa Blanca.
Ayer, Biden se reunió con el rey Salman de Arabia Saudita y con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, el gobernante de facto que, según las agencias de inteligencia estadounidenses, "aprobó" la operación de 2018 que acabó con la vida del periodista Jamal Khashoggi.
El príncipe heredero siempre negó cualquier implicación en la muerte de Khashoggi, que fue asesinado en el consulado del reino en Estambul. Sus restos nunca fueron encontrados.
En sus declaraciones de hoy, Biden dijo a los líderes árabes allí reunidos que "el futuro lo ganarán los países que liberen todo el potencial de sus poblaciones (...), donde los ciudadanos puedan cuestionar y criticar a los líderes sin temor a represalias".
La invasión rusa de Ucrania puso de manifiesto una divergencia antes impensable entre Washington y los principales aliados de Medio Oriente, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), gigantes petroleros cada vez más independientes en la escena internacional.
En ese marco, la Casa Blanca parece estar dispuesto a un acercamiento con el Arabia Saudita que fue un aliado estratégico de Estados Unidos, además de un importante proveedor de crudo y ávido comprador de armas.
Washington quiere que el mayor exportador mundial de petróleo potencie el suministro para bajar los precios de los combustibles y reducir así el incremento inflacionario en su país y en el mundo.
También bajo este contexto fue que el presidente estadounidense invitó hoy a su homólogo emiratí, el jeque Mohamed bin Zayed Al-Nahyan, a visitar Estados Unidos.
"Ambos entendemos que los retos a los que nos enfrentamos hoy en día solo hacen que sea mucho más importante que pasemos más tiempo juntos. Y quiero invitarlo formalmente a Estados Unidos, al Despacho Oval, antes de finales de año", dijo Biden en un encuentro bilateral en Yeda.
El jeque Mohamed, gobernante de facto de EAU desde hace años, asumió formalmente el cargo en mayo tras la muerte de su hermanastro, el jeque Jalifa.
El rico Estado del Golfo acoge a tropas estadounidenses y fue un socio estratégico de Washington durante décadas, pero sus vínculos económicos y políticos con Rusia son cada vez mayores.
Yousef al-Otaiba, embajador emiratí en Estados Unidos, admitió en marzo que las relaciones con Washington estaban pasando por una "prueba de estrés".
El embajador hizo esa afirmación días después de que Emiratos se abstuviera en una votación del Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución que exigía la retirada rusa de Ucrania.
Con información de Télam