El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció hoy la retirada de la operación contra los grupos yihadistas de Mali tras nueve años de presencia, aunque prometió, junto a sus aliados, continuar su lucha en el Sahel, ante la influencia creciente de otras potencias rivales.
"Ya no se dan las condiciones políticas, operativas y jurídicas para continuar de forma efectiva su actual compromiso militar en la lucha contra el terrorismo en Mali y, por tanto, hemos decidido iniciar la retirada coordinada", sostiene una declaración conjunta.
La declaración, firmada por Francia, sus aliados europeos en la operación Barkhane, Canadá y sus socios africanos en el Sahel y en el golfo de Guinea, subraya la "voluntad" de seguir su lucha en la región, "en estrecha coordinación con los países vecinos" de Mali.
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El anuncio coincide con una cumbre en Bruselas de líderes de la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA) sobre una nueva relación con África, un continente rico en materias primas donde China, Rusia y Turquía se libran también a una batalla de influencia.
La retirada de Francia de su excolonia llega en un contexto de tensión con la junta militar que tomó el poder en Mali tras dos golpes de Estado, a la que acusan de retrasar la transición y de recurrir a los servicios de la compañía de mercenarios rusos Wagner.
"No podemos seguir comprometidos militarmente con autoridades de facto, cuya estrategia y objetivos ocultos no compartimos", dijo en rueda de prensa el presidente francés, Emmanuel Macron, rechazando "por completo" que la misión haya fracasado, reprodujo la agencia de noticias AFP.
Ante la progresión de las fuerzas yihadistas en el norte de Mali, en enero de 2013, Francia, presidida entonces por el socialista François Hollande, decidió lanzar la operación Serval, que permitió recuperar ciudades como Gao o Tombuctú.
Ante este éxito militar, a mediados de 2014 se puso en marcha una nueva operación, Barkhane, que busca expulsar a los yihadistas vinculados a Al Qaeda y al grupo Estado Islámico (EI) de los cinco países del Sahel -Mali, Mauritania, Chad, Níger y Burkina Faso-, y para reducir el contingente francés, en 2020, se creó la fuerza especial europea Takuba.
Sin embargo, a pesar de las victorias tácticas, el Estado maliense y sus fuerzas armadas no lograron realmente retomar el terreno a los grupos yihadistas, y, además, los soldados desplegados enfrentaron un creciente sentimiento antifrancés en la región.
"La UE sigue comprometida con el Sahel y reajustará su posición militar en función de la situación en Mali. Nuestra determinación a luchar contra el terrorismo sigue intacta", tuiteó el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell.
La UE tiene desplegada una misión de formación de las fuerzas armadas (EUTM) en Malí, en la que participa España. La ONU también está presente desde 2013 con la Minusma, a la que contribuyen más de medio centenar de países como El Salvador, México o Guatemala.
Tanto la EUTM como la Minusma continuarán en Mali, aunque la presencia de esta última se ve comprometida porque contaba con un amplio apoyo de Barkhane. En total, unos 25.000 soldados se encuentran actualmente desplegados en el Sahel, entre ellos 4.300 franceses, según el Elíseo.
Con información de Télam