Ucrania recibirá más asistencia de los paises de Estados Unidos y el G7. El Congreso estadounidense aprobó un paquete de ayuda económica, militar y humanitaria por 40.000 millones de dólares, el más grande hasta ahora que se destinará a ese país invadido por Rusia en febrero pasado mientras que, el grupo de potencias económicas acordó aportar 18.400 millones de dólares.
El Congreso estadounidense aprobó un paquete de ayuda económica, militar y humanitaria por 40.000 millones de dólares. La votación en el Senado obtuvo 86 votos a favor y 11 en contra, y se realizó una semana después de que la Cámara de Representantes le diera media sanción el proyecto, con 368 votos positivos y 57 negativos.
Horas antes de que la cámara alta del Congreso votase el paquete, el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, había expresado que la ayuda a Ucrania iba "mucho más allá de la caridad". Según señaló, "el resultado de este conflicto moldeará el futuro de la seguridad estadounidense y de los principales intereses estratégicos".
Por su parte, el senador republicano Rand Paul había intentado negociar sin éxito la creación dentro del proyecto de ley de la figura de un inspector especial para supervisar los gastos en Ucrania, al igual que sucedió con Afganistán en la última década, recordó la cadena NBC. "No podemos salvar a Ucrania condenando la economía estadounidense", protestó el legislador, informó la agencia de noticias Europa Press.
De los 40.000 millones de dólares, se reservan casi 9.000 millones de dólares para ayudar a la "continuidad del gobierno" ucraniano, así como para ayuda humanitaria, e incluye 6.000 millones de dólares para que Ucrania refuerce su flota de vehículos blindados y sistema de defensa aérea. Otros 9.000 millones de dólares del último paquete también se destinan a ayudar a Estados Unidos a reabastecer su propio arsenal de armas.
En marzo pasado, el Congreso ya había aprobado casi 14.000 millones de dólares para Ucrania, apenas unas semanas después de la invasión rusa, pero la extensión de los combates, que se alejaron de la capital y se trasladaron al este y al sur de Ucrania, llevó al presidente Joe Biden a pedir durante semanas otra ronda de apoyo financiero.
Aunque en un principio Washington se había limitado a enviar armas consideradas defensivas, el Gobierno de Biden pasó a suministrar artillería, helicópteros y aviones no tripulados al Ejército ucraniano, y los soldados de Ucrania reciben entrenamiento en Estados Unidos o en terceros países antes de volver al frente.
El Senado, además, cumplió su tradicional papel de aliado del presidente en asuntos exteriores el miércoles por la mañana al confirmar a Bridget Brink, una diplomática de carrera, como la próxima embajadora de Estados Unidos en Ucrania. El puesto estaba vacante desde 2019.
MÁS INFO
Ayuda del G7
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales que integran el G7 (Estados Unidos, Japón, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia) acordaron este jueves aportar 18.400 millones de dólares para ayudar a Ucrania a pagar sus cuentas en los próximos meses y dijeron que estaban dispuestos a apoyar a Kiev ante la guerra con Rusia y hacer más si fuera necesario, mostró un borrador de comunicado.
"En 2022, hemos movilizado 18.400 millones de dólares de apoyo presupuestario, incluidos 9.200 millones de dólares de compromisos recientes", sostuvo el borrador del comunicado visto por Reuters, y añadieron: "Seguiremos apoyando a Ucrania durante esta guerra y más allá y estamos preparados para hacer más según sea necesario".
En el borrador, el G7 acogió la propuesta de la Comisión Europea del miércoles de prestar 9.000 millones de euros a Ucrania y señaló que el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y la Corporación Financiera Internacional planearon un respaldo por valor de 3.400 millones de dólares. Pero no estaba claro si estos fondos eran parte de los 18.400 millones de dólares ya anunciados.
Más temprano este jueves, el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, dijo que Alemania otorgaría a Ucrania 1.000 millones de euros, en tanto que Japón se comprometió a duplicar su contribución a 600 millones de dólares para ayudar al país a cubrir sus necesidades a corto plazo.
La guerra ha cambiado las reglas del juego para las potencias occidentales, obligándolas a repensar relaciones de décadas con Rusia no solo en términos de seguridad, sino también en energía, alimentos y alianzas de suministro global, desde microchips hasta tierras raras.
MÁS INFO
En términos más generales, las autoridades monetarias del G7 se enfrentan al escollo de cómo contener la inflación y aumentar la presión de las sanciones sobre Rusia sin causar una recesión. Cada vez más funcionarios han mencionado el término "estanflación", la temida combinación de los años 70 de aumentos persistentes de precios junto con estancamiento del crecimiento económico.
"Los bancos centrales del G7 están observando de cerca el impacto de las presiones de los precios en las expectativas de inflación y continuarán calibrando adecuadamente el ritmo de endurecimiento de la política monetaria, asegurando que las expectativas de inflación permanezcan bien ancladas", dice el borrador.
Por otra parte, la Comisión Europea propuso el miércoles establecer un fondo de tamaño no especificado de subvenciones y préstamos para Ucrania, posiblemente acreditado conjuntamente por la UE, a fin de pagar la reconstrucción de la posguerra. El G7 dijo que respaldaría la iniciativa, pero evitó cualquier detalle.
"Hacemos un llamado a todos los socios para que se unan en apoyo a la recuperación a largo plazo de Ucrania, a fin de garantizar que el respaldo financiero para la reconstrucción esté estrechamente coordinado, incluso con las autoridades ucranianas y las instituciones financieras internacionales", dice el borrador.
Las estimaciones de los economistas sobre el costo de reconstruir Ucrania varían ampliamente entre 500.000 millones de euros y 2 billones de euros (524.000 millones a 2,09 billones de dólares), dependiendo de las suposiciones sobre la duración del conflicto y el alcance de la destrucción.
Con sumas de tal magnitud, la UE está considerando no solo un nuevo proyecto de préstamo conjunto, inspirado en el fondo de recuperación de la pandemia, sino también apoderarse de los activos rusos ahora congelados en la UE, como fuentes de financiación. Algunos países como Alemania, sin embargo, dicen que la idea, aunque políticamente interesante, tendría fundamentos legales inestables y el borrador del comunicado del G7 no mencionó el tema.
Con información de Télam y Reuters