(Agrega declaraciones de Salvini y otros referentes).
La candidatura del tres veces premier Silvio Berlusconi a la Presidencia italiana sumó hoy un nuevo rechazo desde la centroizquierda, y las fuerzas de derecha que la sostienen ya se abren a la hipótesis de un "plan B" para la sucesión del actual mandatario Sergio Mattarella.
"Berlusconi es una figura divisiva, no puede ser presidente", planteó el diputado Stefano Fassina de Libres e Iguales, una de las fuerzas de centroizquierda que integran el Gobierno del premier Mario Draghi, al ser consultado sobre la posible llegada de Berlusconi a la Presidencia en las votaciones que el Parlamento iniciará el 24 de enero.
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"La centroderecha debe elegir otro nombre", dijo Fassina en diálogo con la cadena RAI, a partir del apoyo que Berlusconi tiene en las tres fuerzas del sector, Fuerza Italia, Liga y Hermanos de Italia.
Al mismo tiempo, el jefe de bloque de la Liga en Diputados, Riccardo Molinari, señaló que la centroderecha debe "preparar un plan B" en caso de que la figura de Berlusconi no llegue con buenas chances a las votaciones.
Según Molinari, el sector debe "encontrar otra figura de centroderecha que sea compartida también por la centroizquierda".
Luego, el líder de la Liga, el senador Matteo Salvini, dijo en conferencia de prensa que su fuerza dará a conocer el nombre de su candidato "dentro de 15 días", el 27 de enero, dando a entender que no apoyarán a nadie para las primeras votaciones que se harán en el Parlamento el 24, 25 y 26 de este mes.
Para las primeras tres votaciones, la Constitución italiana requiere una mayoría calificada de 673 votos, mientras que a partir de la cuarta se proclamará Presidente a quien obtenga la mayoría simple de 505 apoyos.
"Si Berlusconi quiere salir al campo, debe ver los números de la centroderecha sabiendo que es difícil conseguir el apoyo del otro lado. Si esta hipótesis ya no está sobre la mesa por mil razones debemos estar listos para hacer otra propuesta", explicó Molinari en declaraciones radiales.
El diputado del Partido Democrático Enrico Borghi se sumó hoy a los rechazos a Berlusconi, y en declaraciones a Radio1 consideró que la elección del expremier "sería un camino demasiado divisivo" que llevaría "al final de este Gobierno" que desde febrero de 2021 sostiene a Draghi con una amplia coalición.
Días atrás, desde el partido Italia Viva, también de centroizquierda, el jefe de bloque Ettore Rosatto ya había expresado a Télam el rechazo de la fuerza a la candidatura de Berlusconi.
El Parlamento italiano reunirá el 24 de enero a sus 1.009 "grandes electores" que deberán elegir al sucesor de Mattarella, que termina su mandato el 3 de febrero.
Con Berlusconi y el actual premier Draghi como candidatos, un grupo de legisladores del oficialista PD adelantó a Télam la semana pasada que le pedirá a Mattarella que haga un "sacrificio" para un segundo mandato, pese a las resistencias del mandatario a buscar la reelección al cargo que ocupa desde 2015, al considerar que la "situación de emergencia" que atraviesa el país necesita la continuidad del jefe del Estado.
Hoy, Salvini volvió a dejar claro que la intención de la Liga "es que Draghi siga siendo el primer ministro", vetando de hecho su carrera a la Presidencia.
De cara a la votación, los prefectos de las dos Cámaras del Parlamento se reunirán esta semana para definir el reglamento sanitario de las votaciones en las que confluirán los 630 diputados, 321 senadores y 58 delegados regionales encargados de la votación.
El presidente de Diputados y encargado de presidir la sesión conjunta, Roberto Fico, ya anunció que debido a la pandemia se hará una sola votación diaria, en caso de ser necesaria.
Con información de Télam