Rusia completó este viernes la movilización de 300.000 reservistas convocados hace poco más de un mes para reforzar la ofensiva en Ucrania, en pleno recrudecimiento de los combates, con las fuerzas de Kiev avanzando para recuperar la ciudad de Jerson, anexada y evacuada de civiles por el Kremlin. "La tarea de reclutamiento se cumplió" y 41.000 de esos efectivos ya se integraron en unidades militares en Ucrania, informó el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, en una intervención televisiva junto al presidente Vladimir Putin.
Putin, por su parte, anunció el 21 de septiembre una movilización parcial con el objetivo de sumar 300.000 reservistas para reforzar los contingentes rusos en Ucrania y Shoigu precisó que 82.000 ya fueron enviados a Ucrania y que 41.000 ya se integraron en unidades militares. Los otros 218.000 están recibiendo entrenamiento en Rusia, agregó, citado por la agencia de noticias AFP.
En el terreno, las tropas rusas bombardearon con artillería los alrededores de Bajmut, una ciudad en el este de Ucrania que le costó capturar en estos ocho meses de guerra y que es de vital importancia para su objetivo de controlar toda la región fronteriza del Donbass. Dominar esa zona no solo rompería las líneas de abastecimiento de Ucrania, sino que además desbloquearía a Moscú el camino hacia Kramatorsk y Sloviansk, bastiones clave de Ucrania en la provincia de Donetsk.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, evaluó esta semana que el impulso sobre Bajmut expone la "locura" de Rusia, que "durante meses ha estado llevando gente allí a la muerte, concentrando todo el poder de su artillería". En tanto, el gobernador ucraniano de Donetsk, Pavlo Kirilenko, informó que cinco personas murieron y nueve resultaron heridas en las últimas 24 horas en la región, la mayoría de ellos en Bajmut.
Kirilenko, en tanto, dijo que la población civil estaba sufriendo de muchas maneras la transformación de la región en una zona de guerra activa, dado que además de los "cañones enemigos" sufren por la falta de electricidad y calefacción.
Mientras, el ejército ucraniano se apresta a una feroz batalla para intentar recuperar Jerson y las zonas circundantes a esta localidad que antes de la guerra tenía unos 288.000 habitantes. Ahora, ocupada por Rusia desde los primeros días de la guerra, las autoridades prometieron convertirla en una "fortaleza" para resistir la ofensiva ucraniana.
Desde hace dos semanas, la ocupación rusa en la ciudad instó a sus habitantes a irse hacia el lado menos expuerto del río Dniéper, ante el avance de los ucranianos, que ya habría concluido, según informaron en esta jornada: "El trabajo de organizar la salida de los habitantes (...) hacia regiones seguras en Rusia ha terminado", dijo anoche Sergei Aksionov, líder de Crimea, península vecina de Jerson y anexada en 2014 por Moscú. "Estoy contento de que quienes querían salir rápidamente y con seguridad del territorio bombardeado por los ucranianos hayan podido hacerlo", expresó Aksionov en la red de mensajería Telegram. Al menos 70.000 personas abandonaron sus domicilios en la zona en menos de una semana.
El avance de Ucrania
Kiev, por su parte, sigue avanzando para recuperar ese territorio perdido. Una muestra de los avances en la provincia Jerson es el anuncio del líder checheno, Ramzan Kadyrov, cuyas fuerzas combaten junto a los rusos, quien informó que 23 de sus soldados murieron y 58 resultaron heridos en un bombardeo ucraniano. Las autoridades, además, denunciaron que bombardeos rusos dañaron dos edificios residenciales y una panadería en Mikolaiv, en el sur, dejando un herido.
Con información de Télam