El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, presidido por Argentina, aprobó iniciar una investigación sobre los crímenes de guerra adjudicados a Rusia desde la invasión a Ucrania.
La resolución, adoptada por 33 votos a favor -entre ellos el de la Argentina-, dos en contra (China y Eritrea) y 12 abstenciones, pide a la comisión internacional de la ONU sobre Ucrania que lleve a cabo una "investigación" sobre graves violaciones de derechos humanos denunciadas en las regiones de Kiev, Chernigov, Jarkov y Sumy entre fines de febrero y marzo de 2022, para "pedir que los responsables rindan cuentas".
Las 12 abstenciones corresponden a pronunciamientos de Armenia, Bolivia, Camerún, Cuba, India, Kazajistán, Namibia, Pakistán, Senegal, Sudán, Uzbekistán y Venezuela. Junto con la Argentina, votaron a favor del inicio de las investigaciones Brasil, Alemania, México, Paraguay, Francia, EEUU y Reino Unido, entre otros.
En la apertura de la sesión, Michelle Bachelet realizó una actualización oral sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania, y al respecto indicó que su Oficina sigue verificando denuncias de violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, muchas de las cuales pueden constituir crímenes de guerra.
Se refirió en particular a las recientes investigaciones llevadas a cabo en las regiones de Kiev y Chernigov, con foco en las denuncias sobre ejecuciones sumarias, violencia sexual, desapariciones forzadas y a la destrucción de la infraestructura civil.
La delegación argentina instó a todas las partes en el conflicto a que respeten el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los refugiados, y en particular los principios de distinción de civiles, proporcionalidad y necesidad en el ataque. Previamente, Ucrania y sus aliados habían denunciado una "lista interminable" de atrocidades cometidas por Rusia desde la invasión.
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La reunión fue la primera sobre la invasión desde que la Asamblea General de la ONU suspendió el mes pasado a Rusia del Consejo, que tiene sede en Ginebra. Rusia dijo que el tono del encuentro reflejaba "la demonización" en su contra lanzada por Occidente y acusó al Consejo de politizarse.
"Miles de personas de mi país perdieron la vida. Los bombardeos y los disparos rusos forman parte de nuestra vida cotidiana", declaró la primera viceministra de Relaciones Exteriores de Ucrania, Emine Dzhaparova, en la apertura de la sesión, en una alocución por videoconferencia. La representante denunció actos de tortura, desaparición forzada, violencia sexual y de género.
La reunión tuvo lugar la misma semana en que una misión humanitaria de la ONU en Ucrania dijo haber documentado violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional en ese país, tanto a manos de las tropas rusas como de las ucranianas.
En la sesión de hoy, Rusia tuvo el derecho de pedir la palabra para responder, pero decidió dejar vacía la silla de su país. Para no dejar el terreno por completo libre a sus adversarios, el embajador ruso ante la ONU, Guenadi Gatilov, publicó un comunicado en el que denunció "la demonización de Rusia por parte del 'occidente colectivo'", y habló de una investigación que no es independiente y acusó al Consejo se haberse convertido en un foro "para asestar golpes políticos".
El 4 de marzo pasado, Kiev había logrado que el Consejo adoptara por una aplastante mayoría una resolución para crear con urgencia una comisión investigadora internacional independiente.
El designado para dirigir la investigación, el exjuez noruego Erik Mose, que fue magistrado del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y presidió el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, indicó que la comisión inició sus trabajos pero que todavía no tiene presupuesto.
Con información de Télam