El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció que participará en las cumbres del Grupo de los Siete (G7), en Alemania, y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se celebrarán a finales de este mes, en España. Mientras tanto, en la jornada de este jueves autoridades de Francia, Rumania, Italia y Alemania, visitaron una ciudad devastada por la guerra con Rusia.
"Acepté con gratitud la invitación de mis socios para participar en eventos internacionales clave: del canciller federal Olaf Scholz en la cumbre del G7 en Alemania y del secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg en la cumbre de la OTAN en Madrid", escribió Zelenski en su cuenta de Twitter.
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Por su parte, Stoltenberg confirmó que Zelenski intervendrá en la cumbre de líderes de la OTAN de finales de junio, aunque aún no está confirmado si lo hará presencialmente o por videoconferencia. En caso de viajar, sería la primera vez que el mandatario sale del país en el contexto del conflicto que comenzó el pasado 24 de febrero con la invasión rusa. "Estará invitado a la cumbre de Madrid para que se dirija a todos los líderes ", dijo en rueda de prensa desde la sede de la OTAN antes de la reunión de ministros de Defensa de este miércoles y jueves.
Stoltenberg reiteró, en tanto, que el apoyo y la solidaridad con Kiev se mostrará con hechos y “no sólo palabras”, porque los líderes están "extremadamente comprometidos" con Ucrania. Fuentes aliadas confirman planes para facilitar la presencia de Zelenski en Madrid, que verían como un acto importante de diplomacia pública y una imagen potente de la OTAN ante Moscú. En todo caso, recuerdan que la decisión de viajar a Madrid corresponde al mandatario ucraniano y apuntan que la tomará en el último momento, dependiendo de la situación en el país.
Además de Ucrania, la OTAN tiene en trámite la solicitud de adhesión de Finlandia y Suecia, motivada justamente por la guerra.
Mandatarios extranjeros visitaron Ucrania
Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Rumania, Klaus Iohannis; el canciller alemán, Olaf Scholz, y el jefe del gobierno italiano, Mario Draghi, llegaron este jueves de manera imprevista a Ucrania y visitaron la devastada ciudad de Irpin, en las afueras de Kiev. "Todos hemos visto estas imágenes de una ciudad devastada, que es a la vez una ciudad heroica, ya que es aquí, entre otros lugares, que los ucranianos detuvieron al ejército ruso que bajaba hacia Kiev", dijo Macron.
La visita de los líderes, que no se había anunciado oficialmente por motivos de seguridad, se produce un día antes de que la Comisión Europea se pronuncie sobre la concesión a Ucrania del estatus de país candidato a la adhesión a la Unión Europea. Los jefes de Estado de las tres principales economías del bloque llegaron a la capital ucraniana en un tren especial que partió desde Polonia, dijeron la televisión alemana ZDF y el diario italiano La República, que publica una fotografía de los tres en el convoy.
Sentados alrededor de una mesa en lo que es descripto por el diario italiano como un vagón especial, los tres dirigentes aparecen en plena discusión con vasos de agua y una carpeta enfrente. Esta es la primera vez que los líderes de estos tres países acuden a Kiev desde el inicio de la guerra. Por separado, también llegó y se unió al encuentro el presidente rumano Iohannis.
"Estoy en Kiev junto con mis colegas europeos -el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro italiano Mario Draghi– para mostrar nuestro decidido apoyo y nuestra plena solidaridad con el presidente de Ucrania y con el pueblo ucraniano", escribió Iohannis en Twitter.
Los dirigentes europeos llegaron para mantener una reunión con el presidente ucraniano y, además, en la jornada visitaron la localidad de Iripin en la que surgieron varias denuncias de crímenes de guerra por parte de las fuerzas invasoras durante la ocupación temporal de la región, en marzo último. Irpin, ubicada en el noroeste de Kiev, fue escenario de violentos enfrentamientos entre rusos y ucranianos en los primeros días de la invasión rusa, a principios de febrero. El ejército comandado por Vladimir Putin tomó rápidamente el control de esta zona residencial acomodada en donde vivían 60 mil personas antes de la guerra y la ocupó durante todo marzo.
Durante la caminata, en las paredes de un edificio destruido, los mandatarios se cruzaron con una inscripción en la que se pudo leer: "Make Europe Not War" ("Hagan Europa, no la guerra"). "Es un buen mensaje (...) es emocionante de ver esto", comentó Macron al verla.
Ucrania acusa a las fuerzas rusas de haber cometido crímenes de guerra en Irpin, así como en las localidades cercanas de Bucha y Borodianka, tras encontrar cientos de cadáveres de civiles después de la retirada del ejército de Moscú. Pero, desde el Gobierno de Vladimir Putin negaron toda responsabilidad en esos hechos y afirmaron que cuando sus tropas se retiraron de allí, no había constancia de que se hubieran producido esos crímenes.