En el cuarto día de la guerra en Ucrania, tanto el frente militar como el diplomático siguió escalando y solo se registró un dato positivo: las autoridades ucranianas y rusas aceptaron sentarse a hablar por primera desde que comenzó este conflicto armado. Lo harán mañana en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia. Pero mientras tanto, el alcalde de Kiev denunció que la ciudad quedó completamente "bloqueada" y ya no puede haber evacuaciones de civiles, y las potencias europeas continuaron imponiendo o anunciando sanciones contra Moscú.
Además, el gobierno de Vladimir Putin puso en alerta a las fuerzas militares de disuasión, un eufemismo que Estados Unidos y Europa han interpretado como la capidad nuclear del país. El mandatario ruso responsabilizó a las potencias occidentales de la OTAN de haber forzado esa decisión por sus crecientes amenazas: "Como pueden ver los países occidentales no solo toman medidas poco amigables contra nuestro país en la dimensión económica -me regiero a las sanciones ilegales que todos conocemos muy bien-, sino que los principales funcionarios de los países más importantes de la OTAN se permiten hacer declaraciones agresivas contra nuestro país."
Estados Unidos reaccionó casi de inmediato y acusó a Putin de “fabricar amenazas”. "Este es un patrón del presidente Putin que hemos visto a lo largo de este conflicto: fabricar amenazas que no existen para justificar más agresiones", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a la cadena ABC.
Al caer la noche, el Ministerio de Salud ucraniano informó que el saldo de víctimas hasta ahora asciende a 352 civiles muertos, entre ellos 14 niños, y 1.684 heridos, entre ellos 116 menores.
Frente militar
En este frente, la principal noticia de la jornada fue la capital, objetivo de bombardeos rusos desde el jueves pasado, quedó completamente sitiada, según el alcalde, el ex boxeador Vitali Klitschko. En un mensaje a la población, anunció que todas las salidas y entradas de Kiev están "bloqueadas" y, por lo tanto, ya no podrá haber evacuaciones como las que se vieron en los últimos días, cuando miles y miles de personas abandonaron la ciudad en sus autos o trenes. "Estamos rodeados", alertó el dirigente.
Asimismo, periodistas internacionales mostraron que casi todas las principales arterias de la ciudad están bloqueadas por soldados o voluntarios que respondieron al llamado del gobierno ucraniano de tomar las armas para defender al país. Los puestos de control y las barricadas improvisados se repiten en toda la capital y no permiten que los autos pasen sin antes chequear sus documentos. Las autoridades ucranianas temen que Rusia intente infiltrar a sus fuerzas.
En paralelo, el gobernador de Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y uno de los principales frentes de batalla en los últimos días, anunció que la ciudad está completo control de las fuerzas nacionales. "¡El control de Jarkov es completamente nuestro! Las Fuerzas Armadas, la Policía y las fuerzas de defensa (voluntarios o milicias paramilitares) están trabajando y la ciudad ha sido completamente vaciada del enemigo", celebró Oleh Sinegubov en un mensaje publicado en Facebook.
Según la Unión Europea (UE), la guerra hasta ahora forzó a más de 360.000 ucranianos a escaparse del país y buscar refugio en los países vecinos miembros del bloque regional. La UE estimó que si el conflicto armado se profundiza y se extiende en el tiempo, el éxodo de refugiados podría convertirse en una crisis que incluya a millones de personas. Poco después, los ministros del Interior europeos anunciaron que recibirán a todos los que vengan de Ucrania y les permitirán quedarse en el territorio durante tres años sin tener que pedir asilo político primero.
En las dos regiones separatistas del este fronterizo con Rusia, que a diferencia del resto de Ucrania viven un conflicto armado desde hace ocho años, los líderes de una de las dos repúblicas autoproclamadas que Moscú reconoció la semana pasada informaron de otro civil muerto y cuatro más heridos en las últimas 24 horas por ataques de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Frente diplomático
La situación también continuó escalando en este frente, con una sola nota positiva: el anuncio de un primer diálogo entre Rusia y Ucrania mañana. "Vamos a ir a escuchar lo que Rusia quiera decir, vamos a ir sin un acuerdo preliminar de lo que el resultado de estas conversaciones será. Vamos a escuchar y decir lo que pensamos de esta guerra y de las accines rusas", anunció primero el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba.
Según informó el gobierno ucraniano, el encuentro será mañana en la frontera que ese país comparte con Bielorrusia -un férreo aliado ruso- y dialogarán "sin condiciones previas". El presidente Volodimir Zelensky ya aclaró que no es muy optimista: "No creo que dé resultado, pero tenemos que intentarlo". Poco antes, el mandatario había informado que había presentado una denuncia formal ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya contra Rusia.
Mientras se espera con expectativa este primer encuentro, las potencias europeas continuaron anunciando o imponiendo más sanciones económicas a Rusia. El principal responsable de la política exterior de la UE, Joseph Borrell, anunció tras una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros, que todo el bloque cierra su espacio aéreo a cualquier avión ruso y, además, enviará aviones de combate y otro armamento a Ucrania para reforzar a las Fuerzas Armadas de ese país. También anunció formalmente que congelará los activos del Banco Central ruso en Europa y suspenderá del sistema de transferencias bancarias internacionales, Swift, a varias entidades financieras de Rusia.
Todas estas medidas consensuadas ya habían sido anunciadas por Estados Unidos, las potencias europeas de manera individual y el resto de los miembros del G7. Un país que es parte del G7 pero ya no de la UE, Reino Unido, fue aún más lejos y les pidió a sus aliados que limiten las exportaciones rusas de gas y petróleo, un tema especialmente sensible para sus vecinos europeos, muchos de los cuales es muy dependiente del gas ruso. "Abogaría por poner un tope a la cantidad de gas y petróleo que se importa de Rusia para que con el tiempo eliminemos nuestra dependencia en toda Europa", sugirió la canciller británica Liz Truss en entrevista con la cadena Sky News. Sus ex socios aún no respondieron.
La UE, en cambio, sí avanzó con la prohibición de dos los medios de comunicación más importantes de Rusia para el exterior, el canal de televisión RT y la agencia de noticias Sputnik.
China, en tanto, dejó en claro que considera a Estados Unidos como, al menos, uno de los responsables de la actual guerra. "Estados Unidos debería preguntarse quien provocó todo esto", escribió en Twitter el vocero de la Cancillería china, Zhao Lijian.
Protestas contra la guerra
Además de los combates y las sanciones, también continuaron las manifestantes contra la guerra. En España, Alemania e Italia las protestas contra los bombardeos ruso reunieron a cientos de miles de personas, mientras que la ciudad rusa de San Peterburgo fue el epicentro, otra vez las concentraciones y la represión policial en ese país. La organización rusa OVD-Info informó que en total, casi 5.900 personas fueron detenidas en 49 ciudades rusas. Cerca de 500, solo en Moscú, la capital.