Cada vez más complicado, Bolsonaro analiza pedir refugio en una embajada

El expresidente brasileño está acusado de haber planeado y actuado en el plan para llevar adelante un golpe de Estado a finales de 2022. Denuncia persecución por parte de la Justicia.

28 de noviembre, 2024 | 15.41

Las pruebas contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro parecen ser cada vez más contundentes. Según los últimos informes presentados por la Policía Federal, existen indicios suficientes que indican que el ex mandatario lideró la puesta en marcha de un plan golpista en el que se buscaba evitar la asunción del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, por lo que en la última semana fue acusado -junto con otras 36 personas- de abolición violenta del Estado democrático, golpe de Estado y asociación criminal. Incluso, las autoridades policiales revelaron la existencia de un plan para matar a Lula, al actual vicepresidente, Geraldo Alckmin; y al presidente de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes. En una entrevista con el portal UOL, habló de “arbitrariedades” de la Justicia y asumió la posibilidad de asilarse en una embajada.

Desde hace días los ojos están puestos sobre el exmandatario brasileño cada vez más involucrado -según la investigación- en la trama que se gestó en su país para desconocer un resultado de las elecciones que se avizoraba adverso. Los avances de la causa que lleva adelante la Corte Suprema (el Supremo Tribunal Federal) se esperaban para este mes, pero parecieran haber tomado todavía más relevancia por el contexto en el que se dio: mientra Bolsonaro mira a las elecciones presidenciales de 2026 para retornar al Planalto, impulsan una amnistía en el Congreso para los involucrados en el intento de golpe del 8 de enero y, luego de que un ex concejal candidato por el Partido Liberal (al que está afiliado Bolsonaro), atacara la sede de los Tres Poderes en Brasilia, para luego explotar en la plaza del lugar.

Como si fuera poco, luego de conocerse la acusación contra 37 personas, entre las que se encuentran el ex capellán de Bolsonaro, Mauro Cid; coroneles, generales, policías, ex ministros y asesores, se conoció también la existencia de un plan para asesinar a Lula, Alckmin y De Moraes. Tenía “pleno conocimiento” del plan denominado “Verde y amarillo”, concluyó la Policía Federal brasileña, que es la encargada de llevar adelante las investigaciones, cuyo material fue entregado a la Fiscalía General de la República para evaluación de las pruebas.

En ese contexto, Bolsonaro accedió a dar una entrevista al portal de noticias UOL en el que respondió con evasivas y con preguntas ante la posibilidad de que sea indicada una orden de prisión.

“Para mí es una gran historia. La Policía Federal hace aquello que el señor ministro (De Moraes) desea”, respondió ante la consulta de si sabía del plan para matar o detener al magistrado de la Corte y sostuvo que se trata sólo de “suposiciones”. La conversación siguió en un tono que suena soberbio por las palabras que utilizó para descartar las ideas de asesinato: “Por lo que sé, Alexandre no sale de la casa con menos de seis agentes a su lado. Eso es hasta intimidante. Es palabrería de quien tiene gusanos en la cabeza. Secuestrar, envenenar, matar. ¿Matar a Alckmin? No da, ¿para qué?”.

Sobre el hecho de que además de la declaración de su ex capellán que lo involucró, UOL señaló que existen pruebas y documentos sobre la trama golpista y sobre su conocimiento de la idea de matar al actual mandatario. “No tengo la menor idea de lo que es eso. ¿Pusieron en práctica ese plan? Por lo que sé, no”.

Otro punto importante de la investigación, en tanto, señala que ex comandantes de la Marina y del Ejército declararon que fue el mismo Bolsonaro que presentó la minuta del golpe y que fue él quien propuso que sea declarado el “estado de defensa” o “estado de sitio” para anular las elecciones en las que perdió: “¿Discutir unos artículos de la Constitución es crimen? ¿Fue llevada adelante alguna de esas posibles propuestas? Fue discutido todo eso, ¿cuál es el problema de discutirlo?”, respondió y ante la consulta de por qué quiso conocer cuáles eran las posibilidades reconoció que la idea era discutir la situación de “inconsistencias” -que denunció a lo largo del proceso eleccionario, que fueron catalogadas como fake news y por las que fue declarado inelegible por ocho años-, pero que, al contrario, fueron multados.

En ese punto, señaló a De Moraes nuevamente. Insistió en que fue “arbitrario” y con la idea de que “interfirió” en el proceso electoral.

La entrevista continuó de la siguiente manera: 

- ¿Tiene miedo de ser arrestrado?

- Bueno... Vivimos en un mundo de arbitrariedades. Ahora no puedo dormir preocupado de que la Policía Federal llegue mañana temprano a mi casa. Ya llevo tres operativos de búsqueda e incautación, ¿vio? Absurdo, absurdo. Corro riego sin deber nada, corro riesgo. [La Corte] actuará arbitrariamente, vamos a ver las consecuencias..

- ¿Y está pensando en exiliarse en una embajada?

- Embajada, por lo que veo en la historia del mundo, cualquiera que se vea perseguido puede ir para ahí. Si yo debiera algo, estaría en Estados Unidos, no hubiera regresado.

- ¿Va a ser candidato a presidente en 2026?

- Voy. Soy ciudadano. Soy un acusado sin delito. Fui condenado [inhabilitado por el TSE] sin delito alguno…