El gobierno de Francia condenó hoy la decisión de Israel de expulsar al abogado palestino-francés Salah Hamouri, al que Tel Aviv considera "agente" del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
"Condenamos la decisión de las autoridades israelíes, contraria a la ley, de expulsar hoy al Sr. Salah Hamouri a Francia", manifestó la cancillería francesa, según la agencia de noticias Sputnik.
La cancillería señaló en un comunicado que "desde su último arresto, Francia tomó todas las medidas, incluso al más alto nivel del Estado, para garantizar que se respeten los derechos" de Hamouri, y "que disfrute de todos los recursos legales y que pueda llevar una vida normal en Jerusalén, donde nació, reside y desea vivir".
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También expresó su rechazo a la expulsión y aseguró que hizo "lo posible para prestarle asistencia a través de numerosas visitas consulares" y mantuvo "un contacto constante con la familia del periodista".
Hamouri, que estaba recluido sin cargos desde marzo pasado y al que las autoridades israelíes revocaron hace poco su estatus de residente permanente en Jerusalén Este, fue escoltado hoy hasta el aeropuerto para embarcarse un avión con destino a Francia.
Su expulsión se basa en la versión modificada de una ley que autoriza al Ministerio del Interior israelí a deportar a los residentes permanentes -el estatus legal que tienen la mayoría de los palestinos de Jerusalén- si se descubre que fueron desleales al Estado de Israel.
Las autoridades israelíes consideran a Hamouri un "agente" del FPLP, designado como grupo terrorista en el país.
Hamouri colaboró como abogado con Addameer, una ONG pro derechos humanos que Israel considera vinculada al FPLP. Fue condenado en 2005 por un complot para asesinar al entonces rabino en jefe Ovadia Yosef, y excarcelado en 2011 en el marco de un intercambio de prisioneros con Hamas con sede en Gaza, a cambio de la liberación del soldado israelí Gilad Shalit. Desde entonces no habido condenas judiciales en su contra.
Según la ONG Amnistía Internacional (AI), la deportación de Hamouri se contradice con el derecho internacional, que no exige lealtad por parte de la población ocupada hacia la potencia ocupante.
La directora regional de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Heba Morayef, afirmó a principios de mes que es "un intento vergonzoso de obstaculizar el trabajo de derechos humanos" que realizaba el abogado.
Para Morayef, "la expulsión ilegítima de los Territorios Palestinos Ocupados constituye una infracción grave del IV Convenio de Ginebra y un crimen de guerra".
"La expulsión llevada a cabo el fin de mantener un sistema de apartheid constituye un crimen de lesa humanidad", subrayó el 1 de diciembre.
Con información de Télam
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