Elecciones en una Francia irremediablemente fracturada

La primera vuelta desnudó un país partido en tres, pero solo dos espacios, el neoliberal y la extrema derecha tendrán representación en el balotaje. La izquierda, en cambio, posterga sus esperanzas para las legislativas de junio próximo.

21 de abril, 2022 | 00.05

El mapa político de Francia está netamente fragmentado en tres. No obstante, las reglas del juego electoral son estrictas y sólo dos de los tres candidatos que tuvieron buen desempeño en la primera vuelta de elecciones competirán por la presidencia de la República en el balotaje del 24 de abril. La disputa será entre el neoliberal Emmanuel Macron o la ultra derechista Marine Le Pen. Un importante sector de la ciudadanía que se identifica con los valores de la social democracia o la izquierda no tendrá quién los represente. Al menos, hasta las elecciones legislativas de junio próximo.

En la primera vuelta del pasado 10 de abril, la fractura tripartita quedó expuesta. 

Un tercio de la ciudadanía eligió mantener el modelo neoliberal del actual presidente Macron. Aunque es egresado de Filosofía por la Universidad de Nanterre, el mandatario hizo su carrera más importante en el banco privado Rothschild & Cie. Su política ha sido, en ese sentido, coherente: desatiende las necesidades sociales de las mayorías tanto como favorece al gran empresariado y al capital financiero. Macron obtuvo 9.800.000 votos. Sus seguidores son los franceses de mayor nivel adquisitivo, de mejor calidad educativa y de zonas urbanas más prósperas.

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El otro tercio se inclinó por la extrema derecha de Le Pen quien, según la opinión de varios politólogos franceses, “ha aprendido muchos desde las elecciones de 2017”, cuando compitió también en el balotaje contra Macron, como lo hará el próximo domingo. Marine, hija del conocido filonazi Jean Marie Le Pen (quien alguna vez dijo que los hornos crematorios que Hitler utilizó contra los judíos eran un “detalle”), ha construido su fortaleza política en base un sentido común “popular” vinculado a la identidad nacional y a la xenofobia

Sus propuestas electorales son en general poco concretas o ambiguas (como la decisión sobre el posible futuro de Francia dentro o fuera de la Unión Europea). Su mayor logro fue haberse apropiado de las demandas de seguridad para las que ofrece respuestas clásicas: mano dura y tolerancia cero. Le Pen obtuvo, en la primera vuelta, 8.100.000 votos. Sus seguidores son mayoritariamente obreros y empleados de bajo nivel educativo y/o habitantes de la Francia rural o las provincias.

El tercero es Jean-Luc Melénchon, el candidato que no competirá a pesar de haber obtenido apenas 400.000 votos menos que Le Pen (7.700.000), quien basó su campaña en dos ejes. Uno, alzar las banderas de los derechos sociales desde un proyecto alternativo para una Francia y un mundo que (aún antes del Covid 19 y la guerra en Ucrania) está aquejado por las consecuencias de las políticas neoliberales y de la transición hegemónica. Dos, conectar con la mística de la política, con los ideales y las ilusiones, y proponer acciones colectivas, aun cuando parezcan ir a contracorriente. Melénchon – fanático confeso de América latina porque dice que en nuestras tierras “a la palabra revolución no se le tiene miedo”- tiene, como los políticos norteamericano Bernie Sanders y británico Jeremy Corbyn, un enorme prestigio entre la juventud. El 34,8% de los franceses entre 18 y 24 años lo votó.

Los seguidores de Melénchon serán quienes definan si Macron continuará en el Palacio del Eliseo o Le Pen será la primera presidenta en la historia de Francia. El político izquierdista no se definió por ninguno, aunque rechazó de manera explícita a Le Pen. En cambio, hizo un osado pedido a todo el electorado de izquierda: “¡Elíjanme primer ministro en las próximas elecciones legislativas!”.

El pasado 18 de abril, Melénchon, durante una entrevista televisiva, invitó a diferentes formaciones de izquierda y ecologistas a unir fuerzas para el próximo 12 de junio, día en que se eligen 577 legisladores de la Asamblea Nacional. Según su cálculo, si la mayoría vota por su partido, el presidente se vería obligado a elegirlo como premier. “Creo que la izquierda unida puede convencer a muchos de los 12 millones de personas que no fueron a votar y convertirse en la primera fuerza del país", dijo. "Los franceses tienen el poder de elegir a un primer ministro que afronte la emergencia democrática, social y ecológica que vivimos". Ya lo ha dicho durante su campaña: el plan de Melénchon es poner fin a la V República diseñada en 1958 por Charles De Gaulle y convocar a un cambio constitucional para dar nacimiento a la VI República.

Entretanto, el próximo presidente de Francia deberá afrontar decisiones cruciales. La inflación, el crecimiento muy bajo pronosticado por el FMI y una guerra en su propio continente. Es evidente que Estados Unidos está dispuesto a sacrificar no sólo hasta el último ucraniano sino, incluso, el bienestar y la paz de sus socios europeos con tal de -como dijo el presidente Joe Biden- liderar el nuevo orden internacional que ya está en marcha.

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Telma Luzzani

Tiene una trayectoria de más de 30 años como periodista y analista de política internacional. Trabajó en numerosos medios gráficos (Página 12, Tiempo Argentino y Clarín) y medios audiovisuales. Fue conductora de Voces del Mundo en Sputniknews y co conductora en el multipremiado programa de VISION 7 INTERNACIONAL emitido por la TV Pública. Tiene varios libros escritos. Los más conocidos son: “Todo lo que necesitás saber sobre la Guerra Fría” (2019); "Territorios vigilados. Cómo opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica" (Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2012); Venezuela y la revolución (2008), entre otros.