Tropas de Estados Unidos y Filipinas culminaron hoy las maniobras militares conjuntas más grandes de su historia en el mar de la China Meridional, que China reclama como propio, en medio de crecientes tensiones en esa región asiática del Pacífico.
Las maniobras, que empezaron el 11 de abril y de las que participaron unos 18.000 soldados, culminaron con una salva de cohetes contra un barco que representaba un buque enemigo, dijeron los Ejércitos de ambos países en un comunicado conjunto.
Los ejercicios comenzaron un día después de que China concluyera tres días de maniobras militares alrededor de Taiwán, en protesta por una visita a Estados Unidos de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen.
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El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., clave para la puja geopolítica y uno de los aliados tradicionales de Estados Unidos en la región, presenció el ejercicio desde una torre de observación al norte de Manila, informó su Gobierno.
Es la primera vez que Estados Unidos y Filipinas realizan un ejercicio con fuego real en estas aguas disputadas.
"No hay efectos hollywoodenses esta mañana, esto es entrenamiento a la antigua", dijo el teniente coronel Nick Mannweiler, encargado de asuntos públicos del Cuerpo de Marines.
El ejercicio comenzó con varias rondas de disparos del sistema de cohetes de precisión HIMARS contra una vieja corbeta retirada de servicio del ejército filipino anclada a 22 kilómetros de la costa, dijo el comunicado conjunto.
El objetivo era hundir el navío, que representaba un barco enemigo que se acerca al litoral filipino.
Después, unidades de artillería situadas en tierra lanzaron cohetes contra unos objetivos situados a 10 kilómetros de la costa, agregó el comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
Los ejercicios, bautizados Balikatan ("hombro con hombro" en filipino), fueron ideados a fin de impulsar las capacidades militares de Filipinas y de demostrar el respaldo estadounidense ante la actitud cada vez más firme de China en la zona.
Antes de estas maniobras, ambos países firmaron un acuerdo para ampliar el número de bases usadas por los estadounidenses en Filipinas, incluida una de ellas cerca de Taiwán, que Beijing considera parte de su territorio.
Tanto los ejercicios como el acuerdo sobre las bases filipinas enfurecieron a China, que acusó a Estados Unidos de poner en peligro la paz regional.
Beijing reivindica su soberanía sobre casi todo el mar de China Meridional, en disputa con Filipinas, Taiwán, Vietnam, Malasia y Brunéi.
Con información de Télam