La escalada de la tensión en Kosovo en las últimas horas encendió las alarmas en Europa, Rusia y Estados Unidos, en medio de un contexto ya delicado por la guerra en Ucrania. El país balcánico no es cualquier territorio. Allí se peleó la última guerra europea hasta que Moscú invadió Ucrania en febrero pasado y desató un conflicto de consecuencia económicas globales. El temor a un nuevo conflicto entre Kosovo y su vecino Serbia -un férreo aliado del Kremlin- que Washington la OTAN y Rusia cruzaron advertencias y Washington presionó para desactivar un posible estallido.
El resultado se conoció a última hora de la noche. A pedido del embajador de los Estados Unidos en el país de Europa oriental, las autoridades de Kosovo anunciaron un aplazamiento de las restricciones de entrada con matrículas y documentos de Serbia que habían provocado la reacción de la minoría serbio-kosovar. Grupos de esta comunidad habían levantando puestos de seguridad para bloquear las rutas que comunican con sus localidades en el Norte y Rusia había advertido que no toleraría un ataque a esa parte de la población.
Del otro lado, la Fuerza de la OTAN para Kosovo (KFOR) tampoco había tardado en reaccionar. Anunció que estaba "preparada para intervenir" en el caso de que se ponga en peligro la estabilidad del norte de Kosovo, después de esos cortes de ruta, que además imposibilitaban el cruce en dos pasos fronterizos con Serbia.
"La KFOR tomará todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento, de acuerdo con su mandato de la ONU", hizo saber la organización dependiente de la OTAN en un comunicado en su cuenta de Twitter.
El conflicto en Kosovo por la prohibición de pasaportes serbios
Esta última escalada comenzó como modo de protesta por el anuncio de la entrada en vigor este lunes de una nueva normativa kosovar sobre documentos de identidad y matrículas de vehículos, por la cual aquellos que entren en el país desde Serbia tendrían que entregar sus documentos de identidad serbios para ser intercambiados por documentos de identidad emitidos por el Gobierno kosovar válidos durante tres meses, según la agencia Europa Press.
Asimismo, las matrículas vehiculares emitidas por Serbia para ciudades kosovares de mayoría de población serbia iban a tener que ser sustituidas por las oficiales de Kosovo a partir del 1 de agosto. Estas medidas responden en reciprocidad a la política aplicada por Serbia a los ciudadanos de Kosovo, según recogió la emisora Radio Free Europe.
Hasta ahora Kosovo ha considerado ilegales las matrículas con las iniciales de las ciudades de Kosovska Mitrovica (KM), Pristina (PR) o Urosevac (UR), pero ha tolerado su uso en los cuatro municipios de mayoría serbia. Ahora las matrículas tendrán que llevar el acrónimo de la República de Kosovo (RKS). El plazo para el cambio iba a terminar el 30 de septiembre.
Sin embargo, ante la escalada de la tensión con Serbia, las autoridades de Kosovo anunciaron un aplazamiento de las restricciones de entrada con matrículas y documentos serbios. "El Gobierno de Kosovo se ha comprometido a aplazar la aplicación de la decisión del lunes 1 de agosto 2022 (...) al 1 de septiembre 2022, cuando se eliminarán las barricadas y se restablecerá la libertad de circulación en el norte de Kosovo", resalta el comunicado.
La Unión Europea celebró el aplazo de la medida. "Acogemos con beneplácito la decisión de Kosovo de aplazar la aplicación de las medidas hasta el 1 septiembre", escribió el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en su Twitter.
El conflicto entre Serbia y Kosovo
El conflicto entre ambas partes por la cuestión de los documentos tuvo comienzo en septiembre de 2021, cuando Kosovo ordenó que todos los conductores que entraran en el país desde Serbia utilizaran matrículas provisionales válidas durante 60 días, una medida que ya estaba en vigor para los conductores que entraran en Serbia desde Kosovo desde 2008.
Cinco países de la UE, incluida España, no reconocen la declaración unilateral de independencia kosovar de 2008. La UE, sin embargo, ejerce de mediadora en las negociaciones entre Serbia y Kosovo, de las que dependerían la normalización generalizada de relaciones y las posibilidades de adhesión de ambos países al bloque comunitario.
MÁS INFO
Serbia y Kosovo estuvieron en guerra entre 1998 y 1999, luego que este último país intentara independizarse en el contexto de los conflictos bélicos por la disolución de la antigua Yugoslavia. La guerra terminó con la intervención de la OTAN en apoyo de los independentistas kosovares, que desde entonces permanece en territorio kosovar. Se trató de la última guerra en Europa previa a la de Ucrania en 2022.
En 2008, finalmente, Kosovo logró declarar su independencia de Serbia de manera unilateral, pero esta fue solo parcialmente reconocida por la comunidad internacional, por parte de unos 90 países hasta el momento. Argentina sigue sin reconocerlo como un Estado independiente.