Biden más cerca de Trump que de Obama: ¿Excluirá a Cuba, Venezuela y Nicaragua?

La cita en Los Angeles se realizará entre el 8 y el 10 de junio próximo, pero Estados Unidos, el anfitrión, aún no informó oficialmente si invitará a los 35 países del continente. Durante el gobierno de Obama se había puesto fin a la política de dejar afuera a Cuba, pero luego con Trump se tachó de la lista a Venezuela. 

06 de mayo, 2022 | 00.05

El primero que se quejó públicamente fue México, luego la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) desde la voz de la Presidencia argentina y, finalmente, este jueves se supo que varios países del bloque caribeño Caricom podrían no ir a la cumbre de las Américas en junio próximo. No hay dudas de que la posible decisión de Estados Unidos -el anfitrión- de no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua, la mayor exclusión en la historia de estas cumbres, está causando un fuerte malestar en la región y aleja aún más al presidente Joe Biden de la política diplomática que propuso, especialmente hacia el final de su mandato, su ex jefe Barack Obama. 

El malestar no es nuevo, hace meses que se expresa en reuniones y cumbres en la región, pero siempre lejos de los micrófonos. Con el correr del tiempo, a solo un mes de la cumbre que se realizará en la ciudad de Los Ángeles entre el 8 y el 10 de junio y sin haber encontrado demasiado eco en Washington, algunas voces comenzaron a dejar sentado públicamente su repudio. Una semana después de que el gobierno cubano denunciara que Biden lo quería dejar afuera de la cita continental, el presidente Andrés Manuel López Obrador contó una charla telefónica que había tenido con su estadounidense: “Con todo respeto, le planteé al presidente Biden que si va a haber una cumbre de las Américas, tienen que participar todos los países, todos los pueblos de América. Que nadie puede excluir a nadie y que ya tiene que cambiar la política, ya no podemos seguir manteniendo la de hace dos siglos”, contó el mandatario y agregó: “Cómo es que convocamos a una cumbre de las américas si no invitamos a todos, entonces ¿de dónde son los que no están invitados, de qué continente, de que galaxia, de que satélite? “

Lo contó poco después de estar en Washington y justo antes de que su canciller, Marcelo Ebrard, viajara de vuelta allí para discutir la agenda de la cumbre de junio, que se espera incluya un fuerte componente de cooperación y ayuda para frenar el imparable flujo de migrantes hacia el Norte. La prensa mexicana también sostuvo que el ministro negoció la invitación de los tres países actualmente sancionados por Estados Unidos. Sin novedades públicas, López Obrador inició este jueves su primera gira por Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras y Bélice) y Cuba hasta el lunes próximo.

Por ahora, la única declaración oficial del Gobierno de Estados Unidos sobre el tema ha sido la de este lunes del subsecretario del Departamento de Estado para América Latina y el Caribe, Brian Nichols, en una entrevista con el canal de noticias NTN24: "Cuba, Nicaragua y el régimen de (Nicolás) Maduro no respetan la carta democrática de las Américas y, por lo tanto, no espero su presencia". El funcionario, además, agregó a modo de explicación que Biden ya "ha sido bien claro de que los países que no respeten la democracia no van a recibir su invitación" a la cumbre.

Una historia de exclusión, con una sola excepción

Las cumbres de las Américas nacieron como una iniciativa de Estados Unidos para impulsar proyectos económicos o de cooperación a nivel continental. La primera fue en 1994 en Miami e instauró una tradición que se mantuvo inalterable, pese a los repetidos reclamos de muchos de los países de la región: excluir a Cuba porque no cumplía con los estándares de democracia de Washington. Perú, en cambio, sí fue invitado, pese a que Alberto Fujimori había dado un autogolpe dos años antes. Aunque al año siguiente se eligió una Constituyente, recién en 1995 los peruanos volvieron a votar por sus representantes en los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Cuba fue excluida de las sucesivas cumbres de las Américas -incluida la famosa de Mar del Plata del 2005 cuando Argentina y sus entonces aliados le dijeron no al acuerdo de libre comercio regional, el ALCA, que impulsaba Estados Unidos- hasta que en 2015 y apenas meses después de que el entonces presidente estadounidense Barack Obama y su par cubano, Raúl Castro, anunciaran el inicio de un acercamiento histórico. Ese año, en Panamá, ambos se dieron el apretón de manos que la región tanto había demandado. 

Esa fue la única cumbre de las Américas que todos los países del continente estuvieron invitados y presentes, porque tres años después, con Donald Trump ya en la Casa Blanca, Estados Unidos impulsó otra exclusión: Venezuela. La cumbre de 2018 tuvo como sede la capital peruana y el Grupo de Lima, un foro regional creado el año anterior con la anuencia de Washington para aislar al chavismo, decidió no invitar a Caracas. “Apoyamos la decisión de Perú, como anfitrión de la próxima Cumbre de las Américas, de retirar su invitación al presidente de Venezuela, Maduro. Nuestro hemisferio está unido en nuestro compromiso de promover y defender la democracia, de acuerdo con la Carta Democrática Interamericana”, dijo en ese momento Washington en un comunicado.

Cuba sí fue invitado, pero, en rechazo a la exclusión de su aliado venezolano, no fue Castro, sino el entonces canciller Bruno Rodríguez. Maduro amenazó con desafiar a Perú y viajar igual. Al final no lo hizo, al igual que el propio Trump, quien a último momento decidió no ir y enviar a su vice, Mike Pence, en una muestra más de la importancia que le otorgó a la región durante su mandato. 

Celac y Caricom, dos bloques por la inclusión

El Gobierno argentino no plantó posición individual sobre el tema porque prefirió hacerlo en tanto presidente pro témpore de la Celac. Este lunes tuiteó: "Las graves consecuencias que la pandemia ha dejado en la región demuestran que el diálogo y la cooperación son herramientas claves para el bienestar de nuestros pueblos. Es indispensable que superemos las divisiones ideológicas y nos enfoquemos en la búsqueda de coincidencias. La IX Cumbre de las Américas representa una gran oportunidad para construir un espacio de encuentro en el que participen todos los países del hemisferio de modo abierto e inclusivo, bajo el objetivo unificador de concertar acciones conjuntas. Como Presidencia Pro Témpore de la CELAC, exhortamos a los organizadores de la Cumbre a evitar exclusiones que impidan que todas las voces del hemisferio dialoguen y sean escuchadas. Unidos somos más fuerte".

Tres días después, el embajador de la isla caribeña Antigua y Barbuda ante Estados Unidos y la OEA, Ronald Sanders, no solo se sumó a las críticas, sino que lanzó una amenaza concreta: "Si se insiste en que Juan Guaidó esté allí como si fuera el presidente de Venezuela, eso también hará que varios países no asistan", aseguró el diplomático, en referencia al líder opositor que fue reconocido por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de la región, pese a que nunca ostentó ningún tipo de poder estatal real. "Me gustaría recordar a la gente que hace unas semanas, en medio de la crisis del petróleo causada por la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones posteriores, el gobierno de Estados Unidos buscó hablar con Nicolás Maduro en Caracas, no buscó hablar con Juan Guaidó", continuó en una conferencia por Zoom que incluyó al ex subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos Thomas Shannon, según el portal de noticias Venezuela-news.com y agregó: "Ya es hora de que nos quitemos el mito de que Juan Guaidó es el presidente de Venezuela".

El diplomático de la isla que es miembro aún de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), liderada por Venezuela, no hizo referencia a Cuba o a Nicaragua. Una fuentes cercana a las negociaciones previas para la cumbre de junio en Los Ángeles aseguraron a El Destape que hace meses que varios países caribeños están amenazando con no asistir si estas tres naciones son excluidas. "Pero dudo que sean todos los países del Caricom, incluso dudo que sea Antigua y Barbuda", agregó la fuente. 

El Gobierno de esta isla ha sido un aliado importante en la agenda estadounidense en la OEA, encabezada por el secretario general, el ex canciller uruguayo Luis Almagro. Solo en los últimos seis meses se movilizó por dos iniciativas de especial interés para Washington: a fin del año pasado fue uno de los patrocinadores de la resolución que sostuvo que Nicaragua había incumplido la Carta Democrática de la OEA  y, hace solo unas semanas, convocó la sesión junto con Guatemala, en la que se suspendió a Rusia como Estado observador permanente por su invasión a Ucrania.

Sin embargo, Sanders también es el diplomático que a finales de abril se quejó en una conferencia en la Universidad Internacional de Florida de que el Gobierno de Biden no convoca a una cumbre Estados Unidos-Caricom y criticó la falta de una política concreta y efectiva para el Caribe. Según su visión, a la Casa Blanca solo le interesa el Caribe cuando se trata de aislar a Cuba y presionar a los países de esa región para que no se acerquen a China.  

Las invitaciones que no llegan 

Oficialmente, Estados Unidos, como anfitrión de la cumbre, tiene la prerrogativa de elegir a quién invita y a quién no, ya que este foro no está institucionalizado ni tiene reglas escritas propias. Por ahora, el Gobierno de Biden no cursó las invitaciones y eso explica la lluvia de críticas. "Es el modelo mexicano: gritar y visitar Estados Unidos y el Caribe. Al primero le aviso que me voy a quejar y a los segundos les digo que me quejé," concluyó la fuente cercana a las negociaciones previas a la cumbre.