El gobierno israelí aseguró hoy que "no" dejará "sin respuesta" sino que actuará ante el escándalo del espionaje policial a políticos, periodistas y empresarios de todo el mundo mediante el programa informático Pegasus, objeto de nuevas revelaciones de docenas de ciudadanos atacados por la policía israelí cuyos teléfonos fueron pirateados por el spyware NSO y su información personal fue robada y archivada.
Según indicó hoy diario económico Calcalist, la policía israelí habría a gran escala los teléfonos de personalidades públicas, periodistas y miembros del entorno del ex primer ministro Benjamin Netanyahu a través del programa Pegasus, acusaciones consideradas "muy serias" por el actual jefe de gobierno Naftali Bennet.
Tras las primeras revelaciones de Calcalist, que impulsaron a la justicia a abrir una investigación el 20 de enero pasdo, la policía reconoció la semana pasada haber utilizado tecnologías de espionaje informático "sin mandato", aunque sin citar el programa Pegasus, de la sociedad israelí NSO.
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Hoy, el diario Calcalist afirmó que era habitual usar el programa Pegasus para obtener informaciones y que fue utilizado sin autorización judicial contra Avner Netanyahu, uno de los hijos del ex primer ministro, consejeros de éste, periodistas y alcaldes.
Hasta ahora, se han encontrado objetivos en todo el mundo: desde India y Uganda hasta México y Cisjordania, con víctimas de alto perfil, incluidos funcionarios estadounidenses y un periodista del New York Times.
Aunque ha habido más de 450 casos sospechosos de piratería, esta lista, que se elaboró con la ayuda del Laboratorio de seguridad de Amnistía, incluye solo los casos en los que intervino Amnistía u otro grupo de análisis forense digital como Citizen Lab (que también ayudó a construir esta lista), informó el medio local Haaretz.
También incluye algunos casos en los que organismos oficiales como las agencias de inteligencia francesas o empresas privadas como Apple o WhatsApp han confirmado públicamente ataques.
La lista no incluye a los sospechosos de ser atacados, por ejemplo, Jeff Bezos de Amazon, a quien, según los informes, se le envió el software espía a través de un mensaje de WhatsApp de nada menos que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman.
El Grupo NSO, que se niega a confirmar la identidad de sus clientes y afirma que no tiene conocimiento de sus objetivos, negó la mayoría de estos casos y dice que el análisis forense digital no puede identificar completamente su software.
Según el diario Calcalist "desde los directores de gabinete ministeriales hasta periodistas y empresarios, la infección masiva con Pegasus afectó a todo el mundo, desde militantes para derechos de minusválidos y de etíopes, hasta directivos de grandes empresas y familiares del primer ministro", según el diario.
"A la luz de esta publicaciones" el comandante de la policía israelí Yaakov Shabtai indicó en un comunicado haber pedido al ministro de Seguridad pública, Omer Bar-Lev, la creación de una investigación externa e independiente para "restaurar la confianza del público" y "regular el uso de la tecnología por la policía".
La semana pasada, otros medios israelíes afirmaron que la policía era sospechosa de haber pirateado el teléfono de un testigo clave en el proceso de Benjamin Netanyahu.
Netanyahu, primer ministro de 2009 a 2021, enfrenta cargos de soborno, fraude y abuso de confianza, acusaciones que rechaza.
Su juicio deberá extenderse por varios meses más y las apelaciones podrían demorar años.
En un comunicado este lunes, el primer ministro Bennet prometió que el gobierno "no dejará sin respuesta" este asunto. "Lo que se alega que ocurrió aquí es muy serio", asegura Bennet.
El primer ministro israelí consideró, no obstante, que el programa Pegasus es un instrumento "importante en la lucha contra el terrorismo" pero que "no puede ser usado como espionaje electrónico contra el publico israelí o contra responsables" políticos o económicos.
Por esa razón, indicó, "debemos comprender exactamente qué ocurrió".
Pegasus es un programa de vigilancia que puede encender la cámara o el micrófono de un teléfono para recopilar su información.
Generó controversia mundial el año pasado tras revelaciones de que fue utilizado para espiar a periodistas y disidentes en países como México, Hungría, Polonia y Arabia Saudita.
Varias investigaciones en 2021 publicadas por un consorcio de 17 medios internacionales indicaron que el programa de NSO había permitido espiar los teléfonos de periodistas, empresarios, y políticos, entre ellos jefes de Estado, en varios países.
Con información de Télam