La Cámara de Diputados de España aprobó el proyecto de Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI -conocida como "ley trans"- desde los 16 años, tras meses de tensiones dentro del Gobierno progresista y en el movimiento feminista. La iniciativa insignia del partido de izquierda Podemos, aliado de los socialistas del PSOE en el Gobierno de coalición que encabeza Pedro Sánchez, recibió 188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones. Aunque resta el trámite en el Senado, se estima que la normativa estará vigente el próximo año. "Esta ley repara una deuda histórica del Estado con las personas trans y por fin despatologiza las vidas trans", además de garantizar sus derechos, dijo ante las y los legisladores la ministra de Igualdad, Irene Montero, principal impulsora del texto.
Como se estipula, el texto será aprobado en la Cámara alta y dará paso a que España se convierta en uno de los pocos países del mundo que autoriza la autodeterminación de género, presentando solamente una solicitud personal. Entre ellos, se encuentran Argentina, que aprobó en 2012 la ley de identidad de género que permite que las personas sean tratadas de acuerdo a su identidad autopercibida e inscritas en sus documentos personales, mientras que Dinamarca fue el primer país europeo en conceder este derecho en 2014.
Concretamente, la principal novedad del texto con media sanción es que permitirá realizar el trámite administrativo de cambio de sexo y nombre en el DNI en el Registro Civil sin aval médico ni tratamiento hormonal previo ni con autorización de la Justicia, como se prevé al momento para las personas menores de edad. Es que, al momento, según especificó el diario El Mundo, las personas que quieran hacer el cambio no estarán obligadas a declararse enfermas contando con un diagnóstico de lo mal llamado "disforia de género" y dos años de hormonación como requisito.
El texto establece tres tramos: sin condiciones para las personas mayores de 16 años, con consentimiento de sus progenitores entre los 14 y los 16 y con aval judicial para quienes tienen entre 12 y 14. El proceso dependerá de una doble comparecencia, ya que la solicitud debe repetirse a los tres meses.
También prohíbe las terapias de conversión que tienen como objetivo cambiar la orientación sexual de las personas LGTB+. Además de esta medida, la iniciativa permite que las mujeres lesbianas, bisexuales y las mujeres sin pareja vuelvan a tener acceso a técnicas de reproducción humana y se permite a las parejas de lesbianas filiar a sus hijos e hijas sin necesidad de casarse.
Además, consolida derechos para las personas trans y LGTBI en el ámbito educativo y laboral, garantiza que la atención sanitaria a las personas trans se realicen conforme a los principios de no patologización, autonomía, codecisión y consentimiento informado.
En la Puerta de los Leones de la Cámara baja las organizaciones celebraron con banderas rosas y celeste junto con Montero; la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez; y con la directora general de derechos LGTBI, Boti García, que lucían camisetas con el mensaje "que nadie nos arrebate la felicidad".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la transexualidad como una enfermedad en el 2018. "Les mujeres trans son mujeres", agregó Montero y denunció los actos de "transfobia".
Aprobado en el Consejo de Ministros hace más de un año, este proyecto de ley provocó fuertes tensiones entre Podemos, que convirtió esta iniciativa en un pilar central de su acción gubernamental, y los socialistas de Sánchez, que trataron en vano de modificar el texto. También generó profundas divisiones en el feminismo, entre quienes comparten la visión de Irene Montero y militantes transodiantes.
Militante LGTBI+ y primera mujer transgénero elegida diputada regional en España, Carla Antonelli, abandonó el PSOE en octubre en protesta por la intención de su formación de modificar el proyecto de ley. "Hemos visto a un sector del PSOE y del feminismo pasar de defender los derechos de la minoría trans a boicotear con saña nuestra propia existencia", afirmó hoy Antonelli en un artículo publicado en El País.
Con información de Télam