El Gobierno de España completó hoy el acercamiento al País Vasco y a Navarra de antiguos miembros de la organización separatista ETA que están presos, lo que pone fin a cinco años de dispersión de etarras por cárceles del país.
El proceso se cerró con el traslado de Irantzu Gallastegi Sodupe, alias Amaia, pareja de Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote, uno de los exdirigentes de ETA con mayor número de crímenes, y de otros cuatro etarras.
Gallastegi Sodupe y García Gaztelu cumplen condena por el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, entre otros atentados.
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Los otros cuatro etarras para los que se aprobó el acercamiento son Gregorio Escudero Balerdi, Asier Borrero Toribio, Garikoitz Etxeberria Goikoetxea y Faustino Marcos Álvarez.
Ahora, solo Natividad Jáuregui, alias Pepona o Jaione, es la única etarra de los 176 encarcelados en España que no fue trasladada, porque tras su extradición desde Bélgica mantiene una causa pendiente y está en prisión preventiva en Madrid.
Los acercamientos de presos se iniciaron en 2018, con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno y el nombramiento de Fernando Grande-Marlaska como ministro del Interior, que sostiene que lo que se ha hecho es cumplir la legislación penitenciaria una vez derrotada ETA.
La política de “dispersión había comenzado a aplicarse en la década de 1980 como forma de impedir los vínculos entre miembros de la organización, a la que se le atribuyen unas 850 muertes en cuatro décadas de violencia.
Según datos de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), hay 164 condenados por su vinculación con el accionar de ETA en cárceles del País Vasco y otros 11 en Navarra.
"Instituciones Penitenciarias coordina con el Departamento de Justicia del Gobierno Vasco el traslado de cinco condenados por terrorismo", señaló hoy el Ministerio del Interior en un comunicado citado por la agencia AFP.
El anuncio de los últimos traslados molestó a la AVT, que advirtió que “el Gobierno de Pedro Sánchez ya puede afirmar definitivamente que es el responsable del acercamiento a cárceles del País Vasco y Navarra del 100% de los presos de ETA".
"Este Gobierno está con los terroristas, no con sus víctimas", agregó la organización en un comunicado.
Considerado como el heredero de algunos preceptos políticos de ETA, el partido separatista vasco EH Bildu, que apoya regularmente las iniciativas del gobierno de Sánchez en el Parlamento, celebró el fin de la política de dispersión.
"Con la medida anunciada hoy se cierra, pues, un ciclo de la política penitenciaria. Un ciclo que ha dejado como único logro la prolongación cruel del sufrimiento" de las familias de los miembros de ETA encarcelados, a quienes este partido sigue considerando "presos políticos", indicó su coordinador, Arnaldo Otegi.
Y del otro lado, el opositor Partido Popular (PP) criticó la medida a través de su líder en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, para quien Sánchez “pagó la primera parte de la factura a Otegi" a cambio del apoyo de EH Bildu a su gobierno, "acercando a todos los criminales de ETA".
Con información de Télam
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