El presidente Emmanuel Macron y la líder de extrema derecha Marien Le Pen quedaron primero y segundo en la primera vuelta presidencial en Francia y se enfrentarán el próximo 24 de abril en el balotaje, según el escrutinio oficial. Con el 97% de los votos contados, el candidato de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, quedó tercero cerca, pero no le alcanzó para colarse en la segunda vuelta.
La jornada electoral de este domingo transcurrió sin conflictos y, como se temía después de una campaña marcada por la apatía, la abstenció fue baja. Se trató de la menor participación en 20 años. Ante este escenario, todos los candidatos llamaron nuevamente a que todos vayan a votar en dos semanas y la mayoría de los presidenciables que no llegaron al balotaje -desde la derecha y la izquierda- ya prometieron su apoyo a Macron para frenar el ascenso de la extrema derecha al poder. Mélenchon, en cambio, no habló sobre apoyar al mandatario, pero sí repitió la misma consigna varias veces: "No hay que darle ni un solo voto a Le Pen".
El futuro presidente asumirá el próximo 14 de mayo.
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Los resultados
Según el escrutinio parcial, que ya no deja margen para un cambio en los primeros dos lugares, Macron obtuvo un 27,3% de los votos, frente a Le Pen que arañó un 23,9%. Un poco detrás quedó Mélenchon con un 21,7% y muy lejos el resto de los contendientes.
Éric Zemmour, un editorialista de extrema derecha que sacudió el tablero al principio pero luego se desinfló, quedó muy cerca del 7%, mientras que la candidata de la derecha tradicional Valérie Pécresse obtuvo un 4,76%, el ecologista Yannick Jadot un 4,4% y, muy abajo, detrás de otros tres presidenciables, se ubicó la abanderada del Partido Socialista (PS) y alcaldesa de París, Anne Hidalgo, con 1,73%.
Como es costumbre en Francia, mucho antes de que avanzara el escrutinio, a las 20 (hora francesa), se conocieron una serie de sondeos boca de urnas, que una vez más demostró ser muy fiel al resultado final. Por eso, todos los candidatos no esperaron a que se conocieran las cifras oficiales para salir a festejar, reconocer la derrota y posicionarse de cara al balotaje.
La primera en celebrar las cifras extraoficiales fue Le Pen: "Lo que se definirá el 24 de abril no es solo una votación coyuntural, es la elección de una sociedad e, incluso, de una civilización", sentenció la dirigente de extrema derecha, quien prometió "poner en orden al país en cinco años", si gana el balotaje.
El último de la noche en hablar fue el presidente y candidato a la reelección, Macron. Reivindicó su "proyecto de apertura y de defensa europea", pero también saludó uno a uno con nombre propio a todos el resto de los candidatos que no llegaron a segunda vuelta y, especialmente a los que ya expresaron su apoyo para el balotaje. "Algunos lo harán para frenar a la extrema derecha. Lo respeto", aseguró. "El único proyecto del poder adquisitivo es el nuestro, el único creible contra la miseria y por los que están desempleados es el nuestro", sentenció, casi como una promesa de que buscará centrar esta segunda campaña en las prioridades que Le Pen planteó.
La segunda vuelta entre Macron y Le Pen
De confirmarse estos resultados, se repetiría el mismo escenario que en los comicios presidenciales previos, de 2017, en los que el actual presidente y Le Pen pasaron a segunda vuelta con un 24% y 21% de los votos, respectivamente. En esa segunda instancia, sin embargo, Macron arrasó al obtener un 66% de los votos contra el 33% de la candidata ultraderechista.
Dos de las candidatas de partidos tradicionales que quedaron afuera en la primera vuelta, Pécresse (conservadora) e Hidalgo (socialista), ya pidieron votar por Macron en el balotaje que ocurrirá dentro de dos domingos. "Estoy profundamente preocupada por el futuro del país", aseguró Pécresse frente a sus simpatizantes y pronosticó que "el proyecto (de Le Pen) conduciría al país a la discordia, la impotencia y el fracaso".
Otros dos aspirantes, Jadot (ecologista) y Roussel (comunista), también afirmaron que votarán por el actual presidente al confirmar que no pasaron de la primera vuelta. Este apoyo casi inmediato responde a un principio conocido en Francia como el frente republicano. Básicamente, cuando existe un riesgo certero que la extrema derecha llegue al poder, el resto del arco partidiario se une para evitarlo.
Mélenchon, en cambio, no anuncio un apoyo a Macron, con quien es muy crítico, pero sí dejó claro su rechazo por Le Pen: "Sabemos por quién nunca votaremos....Nunca le daremos un voto a Marine Le Pen".
El único que llamó a votar por la dirigente fue el único otro candidato presidencial de extrema derecha, Zemmour, el editorialista que se mostró aún más radical que ella, al menos en lo discursivo.
"Pienso ante todo en Francia. No puedo quedarme con los brazos frente al mundo que enfrenta nuestro país. Hay desacuerdos con Marine Le Pen, lo sé, los abordé durante esta campaña. Pero si es entre Le Pen y un hombre que permitió el ingreso de dos millones de inmigrantes, un hombre que no dijo ni una palabra de la identidad (nacional) y la inmigración durante la campaña y que lo hará aún peor si es reelecto...llamo a mis electores a votar por Marine Le Pen", aseguró el editorialista que irrumpió en la campaña y forzó un giro aún más a la derecha en el debate de campaña.
La baja participación en las elecciones francesas
La participación en la primera vuelta de las elecciones era del 65% al promediar la tarde, la más baja desde los comicios de 2002, informó el Ministerio del Interior francés. El Ministerio recordó que en 2017, también hasta las 17, la tasa de participación era del 69,42% en la Francia metropolitana y en 2002 la tasa era del 58,45%.
Los centros de votación abrieron a las 8 y cerraron a las 19 o 20 horas (14 o 15 horas de Argentina), dependiendo de cada municipio, informó la agencia de noticias Europa Press. Las elecciones presidenciales son generalmente las que mayor participación suscitan entre los votantes franceses, pero la tediosa campaña y el favoritismo de Macron podrían haber desmovilizado al electorado.