El G7 anuncia sanciones a Rusia y critica el arsenal nuclear de China, mientras espera por Zelenski

19 de mayo, 2023 | 12.52

Los líderes del G7 anunciaron hoy nuevas sanciones contra "la maquinaria de guerra" rusa y aseguraron que "la acumulación del arsenal nuclear por parte de China plantea una preocupación mundial y regional", en el primer día de la cumbre en la ciudad japonesa de Hiroshima, que contará con la presencia del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

Tal como se preveía, los dirigentes de las siete principales potencias industrializadas suscribieron un documento en el que manifestaron su "compromiso de estar unidos contra la guerra ilegal, injustificable y no provocada de Rusia contra Ucrania", y otro texto vinculado al desarme nuclear que les permitió explicitar´su posición común frente a China.

En la primera declaración, el grupo integrado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá anunció medidas para "privar a Rusia de la tecnología, el equipamiento industrial y los servicios del G7 que sostienen su maquinaria de guerra" en territorio ucraniano, consignó la agencia de noticias AFP.

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El paquete incluye restricciones a las exportaciones de bienes "críticos para Rusia en el campo de batalla", así como medidas contra entidades acusadas de llevar material al frente en beneficio de Moscú.

Horas antes, Estados Unidos anunció que restringiría el acceso de Rusia a "productos necesarios para sus capacidades de combate", mediante la prohibición de exportaciones a 70 entidades rusas y de otros países.

Por su parte, Reino Unido y la Unión Europea (UE) lanzaron restricciones contra la industria del diamante ruso, cuyo comercio está valorado en 4.000 a 5.000 millones de dólares anuales y supone una importante fuente de ingresos para el Kremlin.

En su comunicado, el G7 se comprometió igualmente a "restringir el comercio y el uso de diamantes extraídos, tratados o producidos en Rusia", haciendo uso para ello de las tecnologías de seguimiento.

Mientras que en el segundo documento, los líderes apuntaron que "la aceleración de la acumulación de arsenal nuclear por parte de China sin transparencia ni diálogo significativo plantea una preocupación para la estabilidad mundial y regional".

El gigante asiático dispone de un arsenal de 350 ojivas nucleares, muy por debajo de Rusia (4.477) y Estados Unidos (3.708), según el Instituto Internacional de Búsqueda de la Paz de Estocolmo.

Esta declaración sobre desarme nuclear tiene el valor simbólico de haber sido firmada en Hiroshima, la ciudad en la que murieron unas 140.000 personas por la bomba atómica lanzada por Estados Unidos el 6 de agosto de 1945.

Antes de iniciar la cumbre, el primer ministro japonés Fumio Kishida, oriundo de la localidad, recibió uno a uno a los otros seis dirigentes del foro en el Parque del Memorial de la Paz que recuerda a las víctimas.

En ese texto, el G7 también criticó "la irresponsable retórica nuclear de Rusia, el debilitamiento de los regímenes de control de armamentos y la intención declarada de desplegar armas nucleares en Bielorrusia".

"Reiteramos nuestra posición de que las amenazas de Rusia de uso de armas nucleares, por no hablar de cualquier uso de armas nucleares por parte de Rusia, en el contexto de su agresión contra Ucrania, son inadmisibles", manifestó el grupo.

Los jefes de Estado van a poder ratificar su respaldo a Kiev cuando vean personalmente a Zelenski, que en principio estaba previsto que iba a intervenir por videoconferencia en la cumbre que finaliza el domingo, pero finalmente acudirá a Hiroshima.

"Se van a decidir cosas muy importantes, y por eso la presencia de nuestro presidente es absolutamente esencial para defender nuestros intereses", explicó el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksii Danilov, al confirmar el viaje.

El mandatario ucraniano estuvo hoy en Arabia Saudita, donde hizo escala para participar en una cumbre de la Liga Árabe, y en Japón podrá renovar su pedido de aviones caza, una demanda que ya formuló durante su reciente gira europea.

Quien ya está en la isla asiática es el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que hoy mantuvo una primera bilateral con otro invitado por el G7, el primer ministro australiano, Anthony Albanese.

En el segundo día de actividades, Lula se reunirá con su homólogo francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, de acuerdo a su agenda oficial.

El presidente brasileño, que desde que asumió en enero busca reposicionar a su país internacionalmente tras los cuestionamientos de los años de Jair Bolsonaro, defendió en varias oportunidades la necesidad de detener las hostilidades entre Rusia y Ucrania y propuso la creación de un grupo de países neutrales que actúe como mediador.

Sin embargo, la mayoría de las potencias occidentales aliadas de Kiev no coinciden con esa propuesta, que, según sostienen, pondría en el mismo plano "al agresor y al agredido".

Otra voz disonante que participa de la cumbre es la del primer ministro indio, Narendra Modi, cuyo país, que ostenta este año la presidencia del G20, mantiene relaciones estrechas con Rusia, sobre todo económicas, y se negó a condenar explícitamente la invasión a Ucrania.

Brasil e India además son parte del Brics, el grupo internacional del que participan Rusia, China y Sudáfrica,

En ese marco, esos dos países, como el resto de los invitados, no podrán firmar lo que será el documento final del G7, pero sí suscribirán un segundo texto que se centrará en el riesgo que la guerra implica para la seguridad alimentaria global y pondrá énfasis en la necesidad de que se permita el comercio de los alimentos producidos en Ucrania.

Con información de Télam