Elecciones en Estados Unidos: hasta los republicanos cuestionan las denuncias de fraude de Trump

El partido del actual presidente se llenó de voces en contra de sus denuncias. Está al borde de dejar la Casa Blanca para que entren los demócratas de la mano de Biden. 

06 de noviembre, 2020 | 19.37

Estados Unidos se llenó de dirigentes republicanos que cuestionaron las denuncias de fraude de Donald Trump en las elecciones que, por el momento, lo dan como derrotado frente a Joe Biden. Sí, camaradas partidarios del actual presidente contra el candidato que está a punto de abandonar la Casa Blanca. 

Un de los ejemplos fue el del exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, quien instó hoy al mandatario a mostrar pruebas de sus denuncias de fraude electoral, que, según dijo, "inflaman sin informar". Christie se suma así a un creciente número de dirigentes del Partido Republicano que tomó distancia de las afirmaciones de Trump de que existe un intento en curso de "robar" la elección a favor de su rival demócrata Joe Biden, luego de un silencio inicial.

Algunos pocos líderes del partido, entre ellos el senador Lindsey Graham, apoyaron las denuncias sin precedentes de Trump, aunque en número mucho menor a los que las criticaron. "Este tipo de cosas lo único que hace es inflamar sin informar, y no podemos permitirnos inflamación de pasiones sin información" corroborada, dijo Christie en declaraciones al canal de noticias ABC, con la cual colabora como columnista.

Christie, exjefe de fiscales de Nueva Jersey, agregó que, de persistir el mandatario en estas denuncias sin pruebas, "se socavaría todo aquello en lo que creemos sobre nuestro sistema" electoral y las instituciones de la democracia.

El senador republicano por Pensilvania Pat Toomey también cuestionó las denuncias de Trump, que el mandatario hizo ya la noche misma de las elecciones y reiteró ayer en una intervención desde la Casa Blanca. "El discurso del presidente anoche me molestó mucho porque hizo acusaciones muy, muy serias sin ninguna evidencia que las sustente", dijo Toomey al canal CBS, y agregó: "No tengo conocimiento de ningún fraude importante".

En Twitter, el congresista de Texas Will Hurd denunció una táctica "peligrosa y equivocada" y pidió que se contaran todas las boletas. "Dejen de difundir desinformación sin sustento, esto se está volviendo una locura", tuiteó su colega Adam Kinzinger, un crítico habitual de Trump.

Ayer, varios dirigentes republicanos criticaron por primera vez las afirmaciones de Trump, entre ellos el gobernador de Maryland, Larry Hogan, el senador y exgobernador de Massachusetts Mitt Romey y el exsenador por Pensilvania Rick Santorum. También se expresaron los más acérrimos aliados de Trump, que se pusieron del lado de su candidato.

"Estoy aquí esta noche para apoyar al presidente Trump como él me apoyó a mí", dijo Graham, reelegido el martes tras una difícil campaña en Carolina del Sur. Su colega Ted Cruz fue más iracundo: "Puedo decirles que el presidente está enojado y yo estoy enojado, y los votantes deberían estar enojados", dijo a Fox News.

Más moderado se mostró el compañero de fórmula de Trump, Mike Pence, quien se limitó anoche a respaldar al mandatario tras su polémico discurso con un escueto tuit en el que pidió "contar cada voto legal". Pero la mayoría de los funcionarios electos republicanos optaron por mantenerse al margen y no alinearse expresamente con Trump.

Tal fue el caso del líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien publicó hoy un mensaje en su cuenta de Twitter sobre cómo funciona la democracia estadounidense. "Cada voto legal debe contarse, cualquier boleta enviada ilegalmente no debe contarse, todas las partes deben observar el proceso y los tribunales están aquí para aplicar las leyes y resolver disputas; así es cómo los votos de los estadounidenses deciden el resultado", escribió.

En una conferencia de prensa posterior en el estado de Kentucky, donde fue reelecto por séptima vez, el senador rechazó dar "respuestas hipotéticas" sobre el escrutinio electoral y afirmó que el país ha tenido transiciones presidenciales "pacíficas desde 1792" cada cuatro años, sin tener en cuenta el estallido de la Guerra de Secesión tras la asunción de Abraham Lincoln en 1861. También la senadora por Maine Susan Collins optó por no criticar directamente a Trump y recordar una serie de principios democráticos, al igual que legislador Marco Rubio, rival de Trump en las primarias de 2016 pero que desde hace cuatro años se sumó al trumpismo como casi todo su partido. Aunque también tuiteó un pasaje del Antiguo Testamento, sin comentarios: "El hombre malo, el hombre depravado, anda en perversidad de boca. Proverbios 6:12".