En plena crisis por la pandemia, las aerolíneas estadounidenses American Airlines y United Airlines anunciaron que despedirán a 32.000 de sus trabajadores. Sucede a dos meses de las elecciones presidenciales. Se darán a partir de este jueves, cuando expiran las condiciones del rescate al sector impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Los repartos son: American Airlines tiene previsto despedir a unos 19.000 empleados, mientras que United Airlines a más de 13.000. Así se totalizan los 32 mil empleados de esos dos gigantes.
Ambas compañías instaron al Congreso de Estados Unidos a aprobar un nuevo rescate para evitar los despidos. Sin embargo, las negociaciones entre demócratas y republicanos para aprobar un nuevo paquete de estímulo para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus llevan meses encalladas.
MÁS INFO
El consejero delegado de American Airlines, Doug Parker, anunció este miércoles que “como resultado” de la falta de acuerdo en el Congreso, la aerolínea “iniciará el difícil proceso de despedir a 19.000 de sus trabajadores y dedicados colegas”.
Según CNBC, esta cifra representa el 14 % de la plantilla de la aerolínea, que tiene sede en Fort Worth (Texas). Por su parte, United Airlines despedirá a unos 13.000 empleados, casi 7.000 de ellos auxiliares de vuelo.
Las aerolíneas estadounidenses recibieron un rescate de 25.000 millones de dólares pertenecientes a los dos billones del mayor paquete de estímulo económico de la historia del país, aprobado en marzo pasado. A cambio de recibir el dinero, las aerolíneas se comprometieron a no despedir empleados hasta el 30 de septiembre.
La líder de la Asociación de Auxiliares de Vuelo-CWA, el mayor sindicato de auxiliares de vuelo del país, Sara Nelson, urgió al Gobierno y a la oposición a alcanzar un acuerdo porque “mañana, decenas de miles de trabajadores esenciales de la aviación se despertarán sin trabajo o seguro médico”.
La aviación es uno de los sectores más castigados por la pandemia debido a la caída en picado de viajes aéreos y se calcula que sólo en el segundo trimestre del año las pérdidas alcanzaron los 10.000 millones de dólares.