(Actualiza con discurso de J.Biden y otros datos)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió que su país cumplirá su objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, pidió a las demás naciones "mejorar" sus ambiciones frente a un cambio climático que amenaza "la vida del planeta" y pidió perdón por la salida alguna vez de Washington del Acuerdo de París, que busca limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados.
"La crisis climática tiene que ver con la seguridad del ser humano, con la seguridad económica, la seguridad medioambiental, la seguridad nacional y la vida del planeta", afirmó Biden ante representantes de casi 200 países reunidos en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, al hablar en la Conferencia de las partes (COP27).
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Para el mandatario, todos los países deben hacer más, por lo que instó a los gobernantes y especialistas a renovar y mejorar nuestras ambiciones climáticas".
Destacó especialmente la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París de 2015, que busca limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados, en comparación con los niveles preindustriales, después de que su antecesor Donald Trump se retirara del mismo.
"Pido disculpas por habernos salido alguna vez del acuerdo", señaló.
Biden estuvo apenas unas horas en suelo egipcio, al que llegó recién hoy por las elecciones de mitad de mandato en su país.
Su enviado especial para el clima, John Kerry, había adelantado en Sharm el Sheij que Biden mantendrá en vigor su agenda climática con independencia del resultado de los comicios legislativos.
"Incluso si perdemos, el presidente Biden está más resuelto que nunca a continuar lo que estamos haciendo", explicó Kerry.
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, sólo por detrás de China, y se comprometió a recortar entre un 50 y un 52% sus emisiones en 2030, respecto a los niveles de 2005.
Nos estamos esforzando en hacer lo que nos toca para evitar un infierno climático", expresó Biden, que antes de hablar en la cumbre se vio con su par Abdel Fatah al Sisi, en un encuentro en el que, según la Casa Blanca, planteó la cuestión de los derechos humanos, en momentos en que el encarcelado disidente Alaa Abdel Fatah realiza una prolongada huelga de hambre.
Para el mandatario estadounidense, la invasión rusa de Ucrania, que cortó la llegada de hidrocarburos rusos a los países occidentales, refuerza la "urgencia" de una transición que deje atrás la dependencia de las energías fósiles.
Biden esquivó una cuestión ríspida de la COP27: la creación de un fondo que compense a los países en vías de desarrollo por las pérdidas y daños del cambio climático, aunque formalmente hay un plazo de dos años para llegar a un acuerdo.
El fundador del centro de reflexión Power Shift África, Mohamed Adow, calificó a Estados Unidos de "contaminador histórico" y afirmó que Washington fue hasta ahora un obstáculo para la creación de ese fondo.
No solo la comunidad internacional no honró su promesa de reducir las emisiones de CO2, sino que apenas una treintena de países actualizaron antes de la reunión de Sharm sus objetivos de recortar más sus emisiones.
La cumbre supo hoy de otra advertencia: un informe del Global Carbon Project indicó que las emisiones de CO2 derivadas de las energías fósiles aumentarán un 1% respecto a 2021 y batirán récords este año.
La emisiones de CO2 de origen fósil "aumentarán un 1% respecto a 2021, para alcanzar 36.600 millones de toneladas, un poco por encima de los niveles de 2019, antes de la Covid-19", asegura el documento.
En Sharm el Sheij se abrió también el debate acerca de cómo actualizar la cifra de 100.000 millones de dólares anuales que los países ricos se habían comprometido a entregar a los pobres, para mitigar sus emisiones de gases y adaptarse a la nueva realidad.
Esa cifra fue prometida en 2009 para 2020, pero actualmente faltan unos 17.000 millones de dólares para alcanzar ese monto.
Fuentes diplomáticas apuntan a que Estados Unidos no está contribuyendo a la altura de su capacidad económica.
En ese sentido, Biden anunció que su país contribuirá en 11.400 millones al año, frente a los 7.600 millones aportados en 2020 según la plataforma especializada Carbon Brief.
Quien también llegará al balneario de Sharm el Sheij, aunque quedan casi 50 días antes de asumir como presidente, es el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
"Viajaré el lunes a Egipto. Tendré más conversaciones con líderes mundiales en un único día que (Jair) Bolsonaro en cuatro años", dijo Lula durante un encuentro con diputados en Brasilia.
Con información de Télam