La Corte Suprema de Carolina del Sur dictaminó hoy que la constitución de ese estado de Estados Unidos establece un derecho a la privacidad que incluye el derecho al aborto y se diferenció así del criterio sostenido por la Corte Suprema federal, informó la prensa internacional.
"La decisión de interrumpir un embarazo es una de las consideraciones más personales y privadas posibles", señala la sentencia.
Los jueces anularon así la ley estatal que prohíbe el aborto después de unas seis semanas de embarazo, recogió la agencia de noticias ANSA.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La ley de 2021 prohibía los abortos una vez detectado lo que denominaba "latido fetal", que puede ser a las cuatro semanas, y más comúnmente, a las seis semanas de embarazo, con excepciones por anomalías fetales, riesgo para la vida de la madre o en algunos casos de violación o incesto, según la televisora estadounidense CNN.
En una sentencia de tres votos a dos, el tribunal supremo del estado concluyó que la ley contravenía la protección de la intimidad consagrada en la Constitución estatal.
La magistrada Kaye Hearn escribió en la opinión principal del fallo que "el derecho constitucional estatal a la intimidad se extiende a la decisión de una mujer de abortar".
Aunque el Estado puede imponer algunos límites a esos derechos, escribió Hearn, "cualquier limitación de ese tipo debe ser razonable y debe tener sentido en el sentido de que los plazos impuestos deben dar a la mujer tiempo suficiente para determinar que está embarazada y tomar medidas razonables para interrumpir ese embarazo".
En una opinión discrepante con la mayoritaria, el juez John Kittredge, a la que se unió en parte el juez George James, Kittredge escribió que "respetaría la decisión política tomada por la Asamblea General".
Agregó que la cuestión de determinar la política sobre el aborto en el estado corresponde a sus legisladores electos.
Un razonamiento similar utilizó la Corte Suprema de Estados Unidos en 1973 en su sentencia Roe contra Wade para defender el derecho de las mujeres estadounidenses a abortar.
Pero en junio pasado, en un giro histórico, dictaminó que esta decisión era errónea y dio libertad a cada estado para legislar a su antojo sobre la materia.
Desde entonces, el país se dividió entre los estados que prohibieron el aborto, principalmente en el sur y el centro, y los que han aumentado el acceso a la interrupción del embarazo en su territorio, sobre todo en las costas.
El panorama es muy cambiante, ya que cada medida está sujeta a una cascada de recursos ante los tribunales locales.
Desde junio, se han bloqueado medidas restrictivas con carácter de urgencia en varios estados a la espera de decisiones de fondo.
El tribunal supremo de Carolina del Sur es el primero en emitir una sentencia definitiva.
"Esto es una victoria monumental para la protección del aborto legal en el sur", declaró Planned Parenthood, que gestiona numerosas clínicas abortistas, citado por la agencia AFP.
Esto abre nuevas oportunidades para las mujeres de la región que no tienen acceso al aborto, especialmente en los estados de Alabama y Tennessee.
Con información de Télam