Una multitud de migrantes latinoamericanos intentó cruzar en las últimas horas a Estados Unidos luego de que su campamento en la ciudad mexicana de Matamoros fuera arrasado por una tormenta, en el primer incidente de esa magnitud desde que Washington endureciera las penas por pasar ilegalmente la frontera.
El 11 de mayo, Estados Unidos puso fin al Título 42 -una medida activada en pandemia que permitía las expulsiones rápidas por motivos sanitarios- y volvió a entrar en vigencia el Título 8, que obliga a los solicitantes de asilo a pedir una cita antes de cruzar la frontera. Quienes lo incumplan se arriesgan a ser deportados e incluso pueden enfrentar un proceso penal.
Darly Mercado, una venezolana que viaja con su familia, contó que decidieron cruzar en la noche del lunes luego de ver que la improvisada carpa en la que dormían quedó destruida y, además, admitió que aprovecharon la confusión causada por la tormenta, informó la agencia de noticias AFP.
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Según medios locales, fueron cientos de migrantes, sobre todo venezolanos, hondureños y salvadoreños, los que intentaron llegar a Estados Unidos.
En videos difundidos en redes sociales se observa a los migrantes avanzando en grupos entre empujones y gritos por un angosto puente cubierto que conduce a la vecina Brownsville, en Texas.
Algunos llevaban niños pequeños y adolescentes a los que buscaban proteger con su cuerpo.
Las autoridades mexicanas trataron de cerrarles el paso, pero se vieron superadas y procedieron a cerrar los cruces internacionales.
El pasado viernes, en Nuevo Laredo, también vecina de Texas, un puente internacional tuvo que ser cerrado luego de que un grupo de rusos intentó cruzar por la fuerza, aparentemente molestos porque no conseguían procesar sus citas para procesar las solicitudes de asilo a través de las aplicaciones creadas por Estados Unidos.
La llegada de extranjeros sin papeles, que había repuntado previo a la caída del Título 42, se redujo en las últimas semanas, según autoridades de ambos países.
Sin embargo, un número indeterminado de personas se encuentra varado en las ciudades fronterizas a la espera de conseguir una cita para solicitar asilo.
Con información de Télam