El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso este domingo una mediación conjunta con China y Emiratos Árabes Unidos (EAU) para decir "ya basta" a la guerra en Ucrania, antes de regresar a su país luego de visitar esos dos países asiáticos. Después de una gira de tres días en China y Abu Dhabi, afirmó que habló con los presidentes de ambas naciones sobre la creación de un grupo de países, parecido al G20 de economías avanzadas, para mediar en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
A diferencia de las potencias occidentales, que, además, apoyan decididamente a Ucrania y le dan armas, ni China ni Brasil impusieron sanciones contra Rusia. Ambos dicen haber asumido una posición neutral, tras la invasión rusa de 24 de febrero de 2022, aunque en el caso chino el conflicto armado profundizó abiertamente los vínculos entre Beijing y Moscú.
Emiratos, en tanto, también esquivó las sanciones occidentales y hasta acogió a un importante número de empresarios rusos, como otros países del Golfo Pérsico.
Lula y su propuesta para la paz
"Ayer (por el sábado) hablé con el jeque (de Emiratos, Mohammed ben Zayed al Nahyan) sobre la guerra. Hablé con (el presidente chino) Xi Jinping sobre la paz. Y creo que estamos encontrando un conjunto de personas que prefiere hablar de paz que de guerra. Creo que tendremos éxito", le adelantó Lula a un grupo de periodistas en Abu Dhabi, antes de regresar a Brasil.
El líder de izquierda, de 77 años, que en enero inició su tercera Presidencia, también hizo hincapié en que "la decisión de la guerra fue tomada por dos países" y acusó a Estados Unidos y Europa de prolongar el conflicto. "El presidente ruso, Vladimir Putin, no toma la iniciativa de parar, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, no toma la iniciativa de parar. Europa y Estados Unidos siguen contribuyendo a la continuidad de esa guerra. Tenemos que sentarlos en la mesa y decirles 'ya basta'", aseguró.
Este tipo de declaraciones de Lula ya le valieron fuertes críticas en algunos de los medios más influyentes de Estados Unidos, aunque por ahora el Gobierno de Joe Biden, quien celebró con mucho entusiasmo la asunción del líder del PT tras años de disputas con Jair Bolsonaro, aún no se pronunció públicamente.
Además de esta agenda diplomática, la gira de Lula a China y Emiratos permitió alcanzar acuerdos multimillonarios de inversión y comercio con ambos países. "Todos saben que hice la propuesta de una especie de G20 para la paz. Cuando se produjo la crisis económica en 2008, creamos rápidamente el G20 para tratar de salvar la economía", señaló Lula a la salida de su hotel, informó la agencia de noticias AFP. "Ahora es importante crear otro tipo de G20 para acabar con esta guerra y establecer la paz. Esta es mi intención y creo que conseguiremos tener un gran éxito", declaró.
Lula también contó que habló de esta iniciativa con el presidente estadounidense, Joe Biden; el jefe de Gobierno alemán, el canciller federal Olaf Scholz; el presidente francés Emmanuel Macron y los mandatarios de algunos países sudamericanos. Sin embargo, no dio detalles sobre cuáles fueron sus respuestas.
No alineación en un mundo polarizado
Desde el primer día, Lula intenta mantener un delicado ejercicio de equilibrio entre Estados Unidos y China, las dos potencias confrontadas por un número creciente de expedientes, entre ellos el de las tensiones entre Beijing y la isla de Taiwán. Su visita a Beijing llegó semanas después de ir a la Casa Blanca, y siempre aclara que mantiene muy buen diálogo tanto con Washington como con la potencia asiática.
Esto, sin embargo, no evitó que Lula cuestionara el dominio del dólar en el comercio mundial y abogara por una nueva moneda para las transacciones entre los países miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), durante su gira asiática. Tampoco que sellara acuerdos con China por 50.000 millones de reales (10.180 millones de dólares) y con Emiratos por 12.500 millones de reales (2.500 millones de dólares).
Con información de Télam