La crisis en Ecuador está lejos de resolverse aún, pero el escenario principal pasó de estar en las calles a los espacios institucionales de diálogo y debate. Primero, el presidente Guillermo Lasso dispuso anoche una reducción de los precios de los combustibles, principal reclamo de las manifestaciones indígenas que sacuden al país hace hoy 15 días con un saldo provisional de cinco muertos. Aunque la cúpula del movimiento indígena, la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), consideró que la reducción anunciada es insuficiente, sí aceptó la invitación de los 5 poderes del Estado para sentarse a diálogar. La reunión comenzó esta tarde sin problemas.
En paralelo, la Asamblea Legislativa se tomó un receso y mañana martes continuará con el debate y quizás pasará a votar el pedido de destitución del presidente Lasso que presentó la bancada correista de UNES. Este sector opositor tiene 47 votos y la destitución requiere el apoyo de 92 de los 130 legisladores de la cámara.
La reducción de 10 centavos de dólar que deja el precio del diésel en 1,80 dólares y el de la gasolina corriente en 2,45 anunciada por Lasso es la primera concesión importante que el Gobierno hace a los reclamos del movimiento indígena desde que comenzó el paro nacional y las masivas protestas de las últimas dos semanas, que paralizaron una parte importante del abastecimiento de combustibles y alimentos en algunas partes del país, como la capital, Quito, donde además en los últimos días se vivieron las peores escenas de represión policial y confrontaciones violentas con los manifestantes.
La Conaie calificó la decisión de Lasso de "insuficiente e insensible" además de no compadecerse "de la situación de pobreza que afrontan millones de familias", informó Télam, según un comunicado de la organización firmado por su titular, Leonidas Iza, en el que advirtió que la lucha "no cesa" y la protesta "sigue vigente". Los indígenas exigen bajar las cotizaciones a 1,50 y 2,10 dólares respectivamente.
Dada la brecha entre el anuncio del presidente y el reclamo de los manifestantes, el movimiento indígena aceptó sentarse a diálogar con los poderes del Estado -algo que le reclamaba al Gobierno hace meses- y, aunque esto distendió el clima político y social en el país tras varios días de mucha violencia, la protesta sigue activa y, además, pendiente de la decisión que tome la Asamblea Legislativa mañana martes sobre el futuro de Lasso.
Los cortes de ruta y la toma de más de mil pozos en medio del estallido tienen en jaque al petróleo, principal rubro de exportación del país. El Gobierno este lunes advirtió que si las protestas continúan, el país podría dejar de producir crudo en las próximas 48 horas.