Un grupo de 24 organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos reclamaron a las autoridades de Bielorrusia que terminen con el aislamiento y los malos tratos a los presos políticos, en especial a la opositora Maria Kolesnikova, recluida en régimen de aislamiento.
"Las autoridades bielorrusas deben poner fin a sus procesamientos por motivos políticos y poner en libertad a todas las personas encarceladas únicamente por ejercer sus libertades fundamentales", manifestaron las organizaciones en un comunicado conjunto.
Pidieron además información sobre el estado de salud de Kolesnikova y solicitaron que pueda acceder urgentemente a médicos de su elección y restablecer la comunicación con su familia y su abogado, según la ONG Human Rights Watch (HRW).
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Kolesnikova fue privada de alimentos y medicinas esenciales pese a su grave estado de salud.
Tampoco se le permitió mantener contacto con sus familiares ni con su abogado durante casi cuatro meses.
Informes citados por HRW aseguran, además, que la opositora fue maltratada por la dirección de la colonia penal en la que se encuentra -la colonia penal femenina N4 de Homiel- y expresado su "profunda preocupación" por el deterioro de su estado de salud.
Kolesnikova fue encarcelada en septiembre de 2020, tras oponerse a un intento de las autoridades de expulsarla por la fuerza del país como represalia por su activismo político y su pertenencia al Consejo de Coordinación para la Transferencia de Poder de la oposición.
Un año más tarde, en septiembre de 2021, fue condenada a 11 años de prisión acusada de "extremismo", de "llamamiento a cometer acciones que atentan contra la seguridad nacional" y de "intento de tomar el poder".
En la noche del 28 de noviembre de 2022, Kolesnikova ingresó en la unidad de cuidados intensivos del hospital de urgencias de Homiel, donde fue operada por úlcera perforada tras más de 10 días aislada en una celda de castigo.
Kolesnikava, que reanudó sus labores en la fábrica de ropa de la colonia en enero, está incomunicada desde mediados de febrero y, desde finales de marzo recluida en una celda de castigo ("PKT") por una supuesta violación del reglamento penitenciario, según informó la organización de derechos humanos Viasna.
El aislamiento y los malos tratos a los presos políticos es una práctica muy extendida en Bielorrusia, reseñó la agencia Europa Press.
Con información de Télam