El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, advirtió este martes a Estados Unidos que no asistirá a la Cumbre de las Américas que se celebrará en junio próximo en la ciudad de Los Angeles si la Casa Blanca excluye a algún país, una posibilidad que hace semanas se denuncia para los Gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Si esto sucede, amenazó el mandatario, él no irá al encuentro y lo reemplazará su canciller, Marcelo Ebrard.
"Si se excluyen, si no se invita a todos, va a ir una representación del Gobierno de México, pero no iría yo, me representaría el canciller, Marcelo Ebrard", declaró el mandatario durante su conferencia de prensa matutina desde el Palacio Nacional, citado por la agencia de noticias cubana Prensa Latina. El mandatario explicó que se trataría de un mensaje de protesta, dado que no desea que "continúe la misma política en América" y desea "en los hechos hacer valer la independencia, la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal", según la agencia Télam.
Ante la creciente polémica, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, se pronunció sobre el tema este martes y afirmó: “Aún no hemos tomado una decisión sobre quién será invitado y aún no se han emitido invitaciones.” Hasta ese momento, la única declaración oficial del Gobierno de Estados Unidos había sido la de la semana pasada del subsecretario del Departamento de Estado para América Latina y el Caribe, Brian Nichols, en una entrevista con el canal de noticias NTN24: "Cuba, Nicaragua y el régimen de (Nicolás) Maduro no respetan la carta democrática de las Américas y, por lo tanto, no espero su presencia". El funcionario, además, había agregado a modo de explicación que Biden ya "ha sido bien claro de que los países que no respeten la democracia no van a recibir su invitación" a la cumbre.
En el continente americano "no estamos para confrontación, estamos para hermanarnos, para unirnos, y aunque tengamos diferencias, las podemos resolver cuando menos escuchándonos, dialogando; pero no excluyendo a nadie, nadie tiene el derecho de excluir, que nadie excluya a nadie", enfatizó López Obrador. El mandatario mexicano conversó sobre el tema de la Cumbre con Biden, el 29 de abril, y el 3 de mayo los jefes de la diplomacia de ambos países, Ebrard y Anthony Blinken, respectivamente, abordaron el tema con el planteamiento de México de invitar a todos los países.
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Luego de estos encuentros y críticas públicas del Gobierno mexicano, López Obrador realizó su primera gira por Centroamérica y el Caribe. Uno de los países que visitó fue Cuba.
El malestar no es nuevo, hace meses que se expresa en reuniones y cumbres en la región, pero siempre lejos de los micrófonos. Con el correr del tiempo, a solo un mes de la cumbre que se realizará en la ciudad de Los Ángeles entre el 8 y el 10 de junio y sin haber encontrado demasiado eco en Washington, algunas voces comenzaron a dejar sentado públicamente su repudio. Una de ellas fue la del Gobierno argentino como presidente pro témpore de la CELAC. "Las graves consecuencias que la pandemia ha dejado en la región demuestran que el diálogo y la cooperación son herramientas claves para el bienestar de nuestros pueblos. Es indispensable que superemos las divisiones ideológicas y nos enfoquemos en la búsqueda de coincidencias", tuiteó la semana pasada.
Las Cumbres de las Américas nacieron como una iniciativa de Estados Unidos para impulsar proyectos económicos o de cooperación a nivel continental. La primera fue en 1994 en Miami e instauró una tradición que se mantuvo inalterable, pese a los repetidos reclamos de muchos de los países de la región: excluir a Cuba porque no cumplía con los estándares de democracia de Washington.
La novena edición de junio próximo se da en el marco de la OEA, de la que Nicaragua anunció su salida el año pasado, tras lo cual cerró las oficinas del organismo en Managua. De todas formas, el proceso de salida lleva unos dos años. Venezuela, por su parte, se retiró en 2019 del organismo regional y Cuba no es miembro activo, aunque fue invitada a las dos últimas cumbres, en Panamá en 2015 y Lima en 2018.
La portavoz de la Casa Blanca sobre la Cumbre de las Américas de junio: “Aún no hemos tomado una decisión sobre quién será invitado y aún no se han emitido invitaciones.”