La guerra en Yemen habrá dejado 377.000 muertos para finales de 2021, proyectó la ONU

28 de diciembre, 2021 | 19.58

La guerra de Yemen, que empezó hace siete años, habrá matado a 377.000 personas de forma directa e indirecta a finales de este 2021, indicó la ONU en un informe publicado hoy.

Casi el 60% de los fallecimientos se deben a consecuencias indirectas del conflicto, como la falta de agua potable, el hambre y las enfermedades, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Esto significa que el número de personas muertas en los combates ascenderá a más de 150.000 cuando termine este año y, en el caso que la guerra prosiga, el porcentaje subirá hasta un 70% de las muertes en 2030, fecha en la que se estima que la cifra de personas desnutridas alcanzará los 9,2 millones frente a los 4,9 millones de hoy, y la extrema pobreza afectará ya al 65% de la población.

El conflicto enfrenta a los rebeldes hutíes apoyados por Irán con las fuerzas del gobierno yemení, apoyadas desde 2015 por una coalición militar dirigida por Arabia Saudita.

Siete años de guerra tuvieron "efectos catastróficos sobre el desarrollo de la nación", según el PNUD, que añade que "el acceso a la atención de la salud es limitado o inexistente" y que "la economía está al borde del colapso", recogió la agencia de noticias AFP.

La mayoría de las víctimas indirectas son "niños especialmente vulnerables a la malnutrición e inclusive a la desnutrición", indica el PNUD.

"En 2021, un niño yemení menor de cinco años muere cada nueve minutos debido al conflicto", afirma.

La organización ya había recordado que el nivel de desarrollo del Yemen, el país más pobre del Golfo, había disminuido en dos decenios debido al conflicto.

Según el PNUD, "una proporción cada vez mayor de esas muertes se producirá debido a las consecuencias indirectas de la crisis para los medios de subsistencia, los precios de los alimentos y el deterioro de los servicios básicos, como la salud y la educación", explica.

Sin embargo, el informe indica que si la guerra terminase hoy, Yemen podría acabar con la extrema pobreza en una generación, para el año 2047, según un pronóstico basado en un compendio de datos estadísticos elaborado por el Centro Frederick S. Pardee para el porvenir internacional de la Universidad de Denver, el tercero que elaboran sobre los impactos de la guerra en Yemen.

El informe dice también que si se firmase la paz en enero de 2022 y comenzara un proceso de reconstrucción, Yemen podría salir del fondo de la tabla de la pobreza e incorporarse a los países de renta media para 2050 (con un crecimiento de 450.000 millones de dólares), y que ya en 2025 podría reducir a la mitad el porcentaje de población desnutrida.

Pero para lograr estas metas, no solo tiene que alcanzarse la paz, sino que la comunidad internacional y los donantes deben adoptar un proceso global de reconstrucción, transversal a todos los sectores y de carácter inclusivo.

La escalada de los combates, incluidas las batallas de tanques y los bombardeos regulares por aviones y drones, destruyeron en algunas zonas las infraestructuras más elementales, prosigue el informe.

Millones de personas están al borde de la hambruna, dos tercios de los yemeníes dependen de la ayuda humanitaria, según las Naciones Unidas.

"Yemen es la peor y más grande catástrofe humanitaria del mundo, y esta catástrofe continúa agravándose", subraya la ONU y "más del 80% de la población necesita ayuda humanitaria".

Con información de Télam