Tras la comparación de Alberto Fernández, Suecia superó las 4 mil muertes y su economía siente el golpe

Sin cuarentena ni cierre de escuelas, el país nórdico siente los efectos sanitarios y económicos del COVID-19.

25 de mayo, 2020 | 12.42

A principios de mayo, cuando Alberto Fernández anunciaba la extensión de la cuarentena, muchos periodistas opositores pedían el "modelo sueco" para Argentina. El presidente respondió que dicha estrategia nos llevaría a una incalculable pérdida de vidas. Hoy, los resultados le dan la razón y Suecia superó los 4 mil muertos por coronavirus cuando cuenta con apenas 10 millones de habitantes, contra los 452 fallecimientos de Argentina.

La estrategia sanitaria sueca parte de la premisa de la no implementación de cuarentena y de cierre de escuelas para no afectar tanto su economía. Pese a la intención, todos los indicadores muestran que la economía sueca tampoco escapa al impacto de la crisis del coronavirus. Pocas semanas después de que estallara el brote, el gobierno de coalición de socialdemócratas y verdes también tuvo que modificar sus previsiones de crecimiento para este año, augurando un descenso del PIB del 4%.

Más tarde, a mediados de abril, admitió que, en el peor escenario, la caída podría llegar a ser del 10% y la tasa de desempleo podría llegar a doblarse, hasta el 13,5%.

Con 31 muertos en las últimas 24 horas, la cifra asciende a 4.029, con 33.843 infectados, dijo hoy la Agencia de Salud Pública de Suecia, que destacó que se consolida la curva descendente de contagios, decesos, hospitalizados en cuidados intensivos y casos en residencias de ancianos. "El número de casos en las residencia se ha reducido semana a semana de 400 a 60-70. Eso se refleja en que la cifra de muertos ha bajado de más de 100 en los peores momentos a unos 30", destacó hoy en rueda de prensa el epidemiólogo jefe de este organismo, Anders Tegnell.

Tegnell, la cabeza visible de la estrategia sueca, hizo hincapié también en que se mantiene disponible el 36 % de la capacidad en cuidados intensivos, aunque estos siguen estando sometidos a una gran actividad, informó la agencia de noticias EFE. Según consignó en la misma comparecencia la Dirección de Asuntos Sociales, unas 11.000 personas murieron en las residencias de ancianos suecas entre enero y abril de este año, un millar más que en el mismo período de 2019.

Las cifras de mortalidad por Covid-19 en Suecia son muy superiores a las del resto de países nórdicos: 39,26 por 100.000 habitantes frente a los 9,69 de Dinamarca, los 5,56 de Finlandia y los 4,42 de Noruega, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.

Las autoridades suecas optaron por informar de algunas recomendaciones generales para proteger sobre todo a los grupos de riesgo y apelar a la responsabilidad individual, a la vez que introdujeron algunas medidas restrictivas. No obstante, no fueron cerradas guarderías ni escuelas y siguen abiertos con restricciones bares y restaurantes, aunque con la prohibición de concentraciones de más de 50 personas, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, de acuerdo con la tradición de autonomía de las agencias públicas.