Desde Seúl a París, y desde Moscú a Bangkok, ciudadanos preocupados hacen fila para recibir vacunas ante el aumento de los casos de COVID-19. Eso puede aliviar la presión sobre los hospitales sobrecargados de todo el mundo, pero incluye consecuencias: una grave escasez de donantes de sangre.
Varios países no permiten que las personas que acaban de ser vacunadas donen sangre, así como también vetan a las que se están recuperando del virus. Mientras que algunos simplemente se quedan en casa ante la propagación de infecciones, los médicos dicen que las cifras de donantes se han reducido a niveles alarmantemente bajos, lo que amenaza las operaciones urgentes.
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En Corea del Sur, que lidia con niveles récord de casos, los donantes no pueden dar sangre durante siete días después de la inyección de la vacuna, y el suministro se redujo a solo 3,2 días, a partir del miércoles, desde el volumen disponible de 6,5 días de la misma época en 2020, según la Cruz Roja Coreana.
La Asociación Médica Coreana (KMA) lanzó una campaña de donación de sangre, comenzando por los propios médicos, advirtiendo que los pacientes que necesitan una cirugía urgente o transfusiones podrían enfrentar situaciones de emergencia, dijo a Reuters la portavoz de la KMA, Park Soo-hyun.
"Ha habido cada vez más ocasiones en las que los hospitales nos notifican el aplazamiento de las cirugías o tratamientos y el amontonamiento de pacientes debido a la falta de sangre", indicó Park.
Las olas recurrentes de infecciones, impulsadas por la variante Delta, y la extensión de los confinamientos han comenzado a afectar más las donaciones, según una revisión de Reuters de la situación en diferentes países.
Preocupaciones
Al igual que Corea del Sur, Rusia prohíbe las donaciones de sangre de personas completamente vacunadas, pero durante todo un mes, no sólo siete días. Tampoco acepta sangre de personas en medio del ciclo de vacunación COVID-19.
En Estados Unidos, los suministros de sangre donada, ya afectados por la pandemia, se redujeron más en la primavera boreal cuando los hospitales incrementaron las cirugías que habían estado en espera, según la doctora Claudia Cohn, directora médica de AABB, anteriormente conocida como Asociación Americana de Bancos de Sangre.
Según las pautas de Estados Unidos, las personas que reciben vacunas autorizadas no tienen que esperar antes de donar sangre, pero quienes reciben un tipo diferente de vacuna, posiblemente en otro país, deben esperar 14 días.
En Francia, el Etablissement Francais du Sang (EFS) dijo que las existencias eran demasiado escasas, con 85.000 bolsas de glóbulos rojos en reserva, por debajo de un nivel cómodo de 100.000 o más.
"Ninguna persona enferma se perderá una transfusión, pero estamos preocupados por septiembre", dijo a Reuters un portavoz de EFS, en referencia a un períodos cuando el volumen de operaciones quirúrgicas normalmente aumentaría.
En Italia, el Centro Nacional de Sangre dijo que había una escasez preocupante en varias regiones, incluida Lacio, donde está la capital Roma, lo que había llevado a algunos hospitales a posponer las operaciones planificadas para conservar existencias para emergencias. Culpó del déficit principalmente a que muchas personas salieron de vacaciones y a la falta de personal en algunos centros de recolección.
¨Miedo de donar"
En toda Europa, los niveles de donación también se han visto afectados por la incertidumbre sobre si las personas pueden donar sangre si no han sido vacunadas, según funcionarios de varios países. El Ministerio de Salud de España, por ejemplo, emitió una convocatoria de donaciones esta semana, diciendo a las personas que es seguro donar durante la pandemia.
En Grecia, "la gente tiene miedo de ir y donar sangre a los hospitales debido al coronavirus", declaró Konstantinos Stamoulis, director científico del Centro Nacional Helénico de Sangre en Atenas. "Hay días en los que hay una reducción de hasta un 50% en las donaciones de sangre en comparación con 2019".
Con información de Reuters