Ante el avance de COVID-19 en todo el mundo y las fuertes desigualdad de los países para luchar contra este enemigo invisible, Estados Unidos -que ya vacunó a casi la mitad de población adulta del país-, está analizando la liberación de las patentes de propiedad intelectual de las vacunas contra el COVID-19 frente al colapso sanitario que está atravesando India, que enfrenta la peor ola de la enfermedad desde el inicio de la pandemia.
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La suspensión temporal de las patentes de las vacunas contra el coronavirus permitiría que países con menos recursos produjeran los fármacos en sus territorios, es por eso que es una posible medida que podría tomar Estados Unidos para facilitar el acceso a las vacunas. "La Casa Blanca está considerando opciones para maximizar la producción y el suministro mundial de vacunas al menor costo, incluyendo el respaldo a una propuesta de exención de los derechos de propiedad intelectual, pero no se ha tomado ninguna decisión", reveló la secretaria de Prensa Jen Psaki.
“Hay muchas formas diferentes de hacer eso. En este momento, esa (la suspensión de las patentes) es una de las formas, pero tenemos que evaluar qué tiene más sentido”, agregó la portavoz de la Casa Blanca, que aclaró que el presidente Joe Biden no ha tomado ninguna decisión sobre el asunto.
Si bien no hay una medida formal al respecto, algo que requerirá la aprobación del Congreso estadounidense, Biden dio indicios en el discurso por sus primeros 100 días de gestión. "Nos convertiremos en un arsenal de vacunas para otros países, igual que EE.UU. fue el arsenal de la democracia durante la Segunda Guerra Mundial", lanzó el mandatario. De esta manera, se comprometió a colaborar otros países frente a la pandemia.
En este marco, el presidente estadounidense mantuvo una reunión el lunes con el primer ministro de la India, Narendra Modi, donde abordaron el tema de la propiedad intelectual de las vacunas. “Se discutió brevemente. Lo estamos analizando, pero no tengo nada que decir sobre nuestra posición en este momento”, apuntó en una teleconferencia un funcionario de Casa Blanca. Es que la situación en la India, uno de los mayores productores de vacunas, es alarmante: los fallecidos rondan en los 3 mil por día y los contagios superan los 200.000.
En este marco, la representante de Comercio Exterior estadounidense, Katherine Tai, calificó la brecha entre el acceso a los medicamentos de los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo de “completamente inaceptable” y advirtió que la industria farmacéutica necesita hacer sacrificios en tiempos de crisis.
Las presiones para que Estados Unidos libere las reglas de propiedad intelectual no son de ahora y llegan de todas partes del mundo. Recientemente, en una carta pública, cientos de premios Nobel y exjefes de Estado de 100 países le exigieron que se “anteponga el derecho colectivo a la seguridad de todos a los monopolios comerciales de unos pocos”.
A comienzos de abril, una decena de senadores del Partido Demócrata, entre ellos Bernie Sanders y Elizabeth Warren, enviaron una documento respaldando el llamamiento de la India y Sudáfrica a la Organización Mundial del Comercio sobre la liberación de patentes de propiedad intelectual.
Por qué Estados Unidos no liberó las patentes de las vacunas
Estados Unidos es uno de los países que impide la liberación de las patentes que plantearon a la Organización Mundial del Comercio (OMC) India y Sudáfrica, con el fin de activar una exención de los derechos de propiedad intelectual de los laboratorios y permitir a los países en desarrollo producir en sus territorios la vacunas aprobadas, evitando así los problemas de suministro y logística que demoran las campañas de vacunación.
Uno de los principales argumentos de Estados Unidos para no avalar la medida es que "podría reducir la seguridad de las vacunas", y que "la producción en nuevos lugares bajaría los recursos necesarios para impulsar la fabricación en los países de origen de cada principio activo".
"Las exenciones de propiedad intelectual no son una solución para producir vacunas", había planteado Ugur Sahin, presidente ejecutivo de BioNTech, firma que produce y comercializa su inyección basada en ARN mensajero en asociación con la farmacéutica estadounidense Pfizer.
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"Estamos considerando formas de otorgar licencias especiales a productores competentes. La cooperación estrecha con socios de producción seleccionados es el enfoque correcto porque es difícil de elaborar", detalló.
Qué son las patentes y por qué exigen liberarlas para combatir el COVID-19
En la industria farmacéutica como en cualquiera industria, cuando se descubre y desarrolla un nuevo producto, la empresa patenta su descubrimiento para que nadie más pueda fabricarlo. En este caso son las vacunas. Es así que las patentes protegen la propiedad intelectual de un producto para que no pueda copiarse. Asimismo, lo que estas permiten es controlar los precios impuestos y su producción, lo que provoca no lleguen a países sin recursos.
Ante esto, la OMS diseño una propuesta para acelerar la producción de vacunas llamado C-TAP (Acceso Mancomunado a la Tecnología contra la covid-19), pero hasta ahora no tuvo respuestas suficientes. Según la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) este mecanismo global, que sirve para compartir de forma voluntaria conocimientos, datos y propiedad intelectual de tecnologías sanitarias para la lucha contra COVID-19 y fue creado junio de 2020 y unos 40 países lo suscriben, no recibió ningún tipo de colaboración.
En este marco, desde Médicos sin Fronteras aseguraron que la suspensión de las patentes van a facilitar la transferencia de tecnología y el conocimiento científico para que los países en desarrollo puedan aumentar la producción de vacunas y hacerlas accesibles a sus poblaciones.