El secretario general de la ONU, António Guterres, exhortó a los países a seguir financiando al principal organismo de Naciones Unidas de ayuda a los palestinos de la Franja de Gaza, después de que varios de sus empleados fueran acusados de participar en el ataque del grupo islamista Hamas en Israel de octubre pasado que desató la ofensiva israelí en el enclave.
Guterres advirtió que la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, conocida como Unrwa, se vería obligada a reducir la ayuda a más de 2 millones de palestinos a partir de febrero si más países se suman a Estados Unidos y los otros siete que han suspendido su financiación al organismo luego de conocerse las denuncias. La Franja de Gaza está sumida en una grave crisis humanitaria debido a la ofensiva militar y el asedio israelí, y una cuarta parte de su población se enfrenta a la hambruna. Más de 26.400 palestinos murieron hasta ahora en ataques israelíes, y el 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza abandonó su casa, muchos de los cuales se refugiaron en instalaciones de la Unrwa.
Israel lanzó su operación militar en la región costera gobernada por Hamas el 7 de octubre, luego de que milicianos del movimiento islamista palestino infiltrados desde Gaza asesinaran a 1.200 personas, en su mayoría civiles, en calles y casas de localidades del sur de Israel y se llevaran consigo en su huida a unos 240 rehenes, una veintena de ellos de nacionalidad argentina. "Los abominables presuntos actos de estos miembros del personal deben tener consecuencias", dijo Guterres en un comunicado.
“Pero las decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan para la Unrwa, muchos de ellos en algunas de las situaciones más peligrosas para los trabajadores humanitarios, no deberían ser penalizados. Deben satisfacerse las extremas necesidades de las poblaciones desesperadas a las que sirven”, añadió. Guterres dijo que de los 12 empleados acusados por Israel de participar en el ataque del 7 de octubre, nueve fueron despedidos inmediatamente, uno fue confirmado muerto y "la identidad de los otros dos está siendo aclarada".
El secretario general agregó que todos rendirían cuentas, incluso mediante un proceso penal, informó la agencia de noticias AFP. La Unrwa tiene 13.000 empleados en Gaza, casi todos ellos palestinos. Proporciona servicios básicos, desde atención médica hasta educación, a familias palestinas que huyeron o fueron expulsadas de lo que hoy es Israel durante una guerra en 1948 motivada por la creación del Estado israelí, como es la mayoría de la población de Gaza.
El organismo amplió sus operaciones durante las hostilidades entre Israel y Hamas, gestionando refugios que albergan a cientos de miles de personas recién desplazadas. Más de 2 millones de habitantes de Gaza dependen de la Unrwa para sobrevivir, alimentarse y protegerse, dijo el director del organismo, Philippe Lazzarini, que advirtió que este salvavidas puede “colapsar en cualquier momento”.
El responsable de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, dijo ayer que no era el momento" de abandonar a la población de Gaza, después de que Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Alemania, Finlandia y Australia anunciaran la suspensión de financiación a la Unrwa. "El pueblo de Gaza lleva casi cuatro meses soportando horrores y privaciones inimaginables" y "sus necesidades nunca han sido mayores", escribió Griffiths en Twitter. "Ahora no es el momento de decepcionarlos", agregó.