La Cancillería argentina presentó una queja ante chile por la difusión de un mapa realizado por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) de Chile que muestra como propios espacios marítimos que pertenecen a la Argentina. Se trata de un área ubicada sobre la Antártida, de unos 5 mil kilómetros cuadrados al sur del Mar de Drake y de las Islas del Cabo de Hornos. Según la nota enviada a la embajada de Chile, el mapa “no condice” con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984.
“La medida intentada por Chile pretende apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos, espacio marítimo que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”, denunciaron en la nota enviada al país vecino. Además, consideraron que la “pretensión chilena no es aceptable” para Argentina, y estimaron que este escenario plantea una situación que “corresponderá resolver a través del diálogo en defensa de los derechos argentinos; de acuerdo a la histórica hermandad de nuestros pueblos y el derecho internacional”.
Lo que dijeron desde Chile
El mapa elaborado por el SHOA, es un "gráfico ilustrativo de los espacios marítimos de jurisdicción chilena", señalaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, según reportó el portal Emol. Indicaron, además, que el contenido “no es nuevo” sino que se refiere a la consolidación, en una sola lámina, de informaciones e imágenes que son absolutamente públicas y conocidas por parte de la Cancillería argentina, por lo tanto, “no representan en ningún caso una novedad”. También, sumaron que el mapa “procura graficar la presentación de Chile efectuada ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental denominada Plataforma Continental Occidental del Territorio Antártico Chileno".
La postura argentina
Según dijeron fuentes de la Cancillería argentina a este medio, el gráfico “incluye la proyección de una pretendida plataforma continental chilena que se superpone con un sector de la plataforma continental argentina”. Por eso, fue “rechazado” mediante una nota diplomática.
La principal observación que hicieron sobre el tema es que “el gráfico no se refiere a una cuestión novedosa, sino que procura representar los espacios marítimos de jurisdicción chilena”, según surge del Decreto N°95 publicado el 27 de agosto de 2021, durante la presidencia de Sebastián Piñera. En ese momento inició la controversia: ese decreto contempla una proyección de la plataforma submarina continental de Chile al este del meridiano 67 gradados 16 minutos 0 segundos, lo que en otras palabras significa la superposición con alrededor de 25.000 kilómetros cuadrados adicionales de fondos marinos oceánicos, que son patrimonio común de la humanidad.
“A su vez procura graficar la presentación de Chile efectuada ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental denominada Plataforma Continental Occidental del Territorio Antártico Chileno", entendieron en consonancia con los vecinos.
Para las autoridades argentinas, esa posición de Chile respecto al área que conforma la plataforma continental fue “rechazada categóricamente” por el país en reiteradas oportunidades tanto en el plano bilateral como el multilateral mediante correspondencia diplomática dirigida al secretario general de las Naciones Unidas y al secretario general de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.
También, indicaron que el Tratado de Paz y Amistad entre la Argentina y Chile de 1984 resolvió con carácter “definitivo e inconmovible” todas las controversias marítimas entre ambos Estados. “Por ende, la pretensión chilena contradice la letra y el espíritu de dicho Tratado”, insistieron. El límite exterior de la plataforma continental, explicaron en el comunicado, se refleja en la Ley Nacional 27.557, aprobada el 4 de agosto de 2020 por unanimidad en ambas Cámaras del Congreso de la Nación y promulgada por el Poder Ejecutivo el 24 de agosto de ese mismo año, entre otras normas, que no fueron rechazadas ni observadas por Chile.