El expresidente de Chile Sebastián Piñera, de 74 años, falleció este martes en un trágico accidente mientras manejaba su helicóptero Robinson 66 blanco cuando cruzaba el Lago Ranco, al sur del país, en medio de un fuerte temporal. Estaba con su hermana, Magdalena; su cuñado y su nieto, según confirmó la prensa local. Hijo de una familia de la élite chilena, inició su trayectoria en el sector privado y comenzó su carrera política a fines de la dictadura pinochetista, en 1988. Fue fundador del partido Renovación Nacional y dos veces presidente, entre 2010 y 2014 y de 2018 a 2022, cuando por las políticas regresivas de su Gobierno se dio lo que se conoció como la mayor revuelta política y social en tiempos de democracia y tuvo que enfrentar denuncias por violaciones a los derechos humanos.
Lo que se sabe de su muerte hasta el momento, es que estaba con su hermana, Magdalena; su cuñado y su nieto. Los medios de comunicación reconstruyeron la escena, luego de que fuera a visitar a un amigo al otro lado del lago. Era él quien comandaba la aeronave cuando -según la prensa chilena- tuvo un infarto. El resto de los tripulantes logró saltar del helicóptero, que volaba al ras del agua y nadar hasta la orilla, pero él no consiguió desabrocharse el cinturón.
Hijo del matrimonio de Magdalena Echenique Rozas y José Piñera Carvallo, militante del Partido Demócrata Cristiano (DC), quien sirvió como embajador en Bélgica y ante las Naciones Unidas en el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Estaba casado con Cecilia Morel Montes con quien tuvo cuatro hijos: Magdalena, Cecilia, Juan Sebastián y Cristóbal. Según la revista Forbes, se encontraba entre las personas más ricas del mundo, con una fortuna de 2.900 millones de dólares,, lo que lo ubicaba en el lugar 1.027 de la lista.
A lo largo de su vida política, Piñera supo consagrarse como el líder de la derecha conservadora de su país -que en el último tiempo se enfiló en la coalición de Chile Vamos-, pero antes hizo sus pasos en organismos internacionales y en el sector privado. Con un máster y un doctorado en economía, por la Universidad de Harvard, de Estados Unidos, fue docente, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM), trabajó en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Según la biografía publicada por la Biblioteca Nacional de Chile, participó de financieras y expandió sus negocios en el mercado inmobiliario. Fue gerente del Banco de Talca; y presidente y gerente de Citicorp Chile, formado por el Citibank y el Banco de Santiago. Creó sus propias empresas, como Bancard S.A y fue socio de diversas empresas nacionales e internacionales como LAN Chile y Apple, así como en el área de las telecomunicaciones como Entel S.A, compró el canal Chile Visión y se integró como accionista de la sociedad Blanco y Negro, controladora del Club Deportivo Colo Colo, a pesar de percibirse como "hincha" de la Universidad de Chile, acérrimo rival del Colo-Colo a nivel futbolístico. Con ellas es que logró consagrar su enorme fortuna.
Su vida política la inició sobre el final de la dictadura de Augusto Pinochet, cercano al Partido Demócrata Cristiano, para el plebiscito en el que se decidió el fin del gobierno ilegítimo, hizo pública su opción por el “no”. Más allá de esa posición, para la campaña, hizo parte del equipo de Hernán Büchi, último ministro de Hacienda durante la dictadura pinochetista. Desde entonces, no volvió a alejarse de la política. fue candidato independiente a senador y, tras obtener su banca, se convirtió en uno de los fundadores de Renovación Nacional (RN), junto con Büchi.
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La primera vez que se presentó a elecciones presidenciales fue en 1992, pero debió bajarse luego de que se filtraran conversaciones con Evely Matthei, una compañera del RN, pero contrincante interna. Volvió a la carga en 1991, pese a que no lo consiguió se mantuvo como presidente de su partido; y otra vez en 2005 cuando fue vencido por Michelle Bachelet en el balotaje.
Llegó por primera vez a La Moneda en 2010, tras vencer por el 51,60% de los sufragios al candidato por la Concertación y expresidente Eduardo Frei, que logró el 48,39%. Con su mandato llegó la derecha al poder unificada y rompió con dos décadas de gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia. "Chile somos todos y debemos soñarlo, dibujarlo y construirlo entre todos", son palabras de su discurso que el actual mandatario, Gabriel Boric, eligió rememorar en el día de su fallecimiento.
Entre los hechos memorables de esa primera gestión, en 2010, está el terremoto y el maremoto en el centro y sur del país, que dejaron 525 muertos y 23 desaparecidos. En el mismo año, se dio el derrumbe de la mina de San José, en la región de Atacama, que dejó a 33 mineros atrapados. Los ojos del mundo se posaron en ese momento.
El movimiento estudiantil, encabezado por quienes en la actualidad están en el Gobierno, como el mismo Boric o su vocera, Camila Vallejos, encabezaron las movilizaciones para exigir universidad gratuita, en rechazo a la privatización de la educación establecida durante la dictadura pinochetista. En ese entonces, fue señalado por casos de corrupción por entregar información privilegiada y por financiamiento irregular de campañas políticas, entre otros.
Triste final
En 2017, llegó por segunda vez al palacio de Gobierno en un balotaje en el que consiguió el 54,57% de los votos con la alianza de derecha Chile Vamos, que lideró hasta su muerte. Piñera fue uno de los fundadores de la Alianza del Pacífico, junto con sus pares de México, Colombia y Perú; y del Grupo de Lima, una instancia multilateral de la derecha regional creado ante la crisis en Venezuela, pero que se pregonaba abiertamente contra el presidente del país sudamericano, Nicolás Maduro.
El hecho más emblemático de esta segunda gestión se gestó en las calles, en lo que se conoció como la revuelta política y social, las movilizaciones más grandes y persistentes desde la vuelta a la democracia en el país trasandino.
En un contexto de diversas políticas regresivas, Piñera intentó un alza en el precio del subte, de 30 pesos chilenos (1,16 dólares, en ese entonces). Fueron las y los estudiantes secundarios quienes primeros salieron a manifestarse en contra, pero pronto el disgusto se hizo carne en gran parte de la población.
Las protestas dieron pie a un paro nacional y a las masivas movilizaciones en distintas partes del país, se crearon asambleas populares y distintas demandas que estaban latentes se hicieron visibles. Entre ellas, la escritura de una nueva Constitución que echara por tierra el Estado subsidiario establecido en la constitución escrita por Pinochet y su círculo más cercano. La idea era desarmar los cimientos institucionales de desigualdades estructurales en términos políticos, económicos, sociales y de acceso a servicios básicos, establecidos en su lugar como servicios en manos del sector privado.
La respuesta por parte del Gobierno de Piñera fue con represión y estado de sitio. Hubo 2500 detenciones arbitrarias, 34 personas fallecidas, más de 300 con traumas oculares y miles de heridos en todo el país. Una frase tristemente célebre que pronunció entonces fue: "Estamos en guerra contra un enemigo poderoso", en referencia a las movilizaciones en las que se reclamaba por salud, educación y jubilaciones, cuya consigna era "hasta que la dignidad se haga costumbre". Su esposa, también fue centro de atención por ese entonces. “Es como una invasión extranjera, alienígena”, dijo la entonces primera dama. La reacción en las calles fue pedir su renuncia.
Por estos hechos, en 2023, debió presentarse ante la Justicia. Piñera estaba imputado por violaciones a los derechos humanos.