La República Popular China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) acordaron la adopción de un Plan de Acción Conjunto, según un comunicado publicado en la página web oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, que se desarrollará entre el 2022 y el 2024. En siete apartados se aborda desde la cooperación política entre las partes hasta de seguridad; además se comprometen a fortalecer contactos y reuniones entre líderes y representantes.
Por otro lado, han decidido trabajar en forma mancomunada para que la implementación de la Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) sea un hecho. Esta, adoptada por unanimidad el 28 de abril del 2009, establece obligaciones para desarrollar y hacer cumplir medidas legales y reglamentarias contra la proliferación de armas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares para prevenir la difusión de armas de destrucción masiva a actores no estatales. ¿El objetivo? "Avanzar de manera efectiva en el desarme y la no proliferación de armas", manifiestan.
También se busca luchar contra todas las formas de terrorismo y manifestaciones de delincuencia organizada transnacional -como el tráfico ilícito de armas, lavado de dinero y ciberdelincuencia-. A su vez quieren fortalecer intercambios entre entidades de promoción comercial y de inversiones y las asociaciones comerciales como promover la cooperación pragmática entre empresas de ambas partes.
Cabe remarcar que el país asiático busca un apoyo clave en proyectos estratégicos para beneficiar el desarrollo económico y social sostenible de las diferentes naciones y pequeños Estados. A su vez aspiran a ampliar la cooperación agrícola bilateral y multilateral; favorecer intercambios científicos, tecnológicos y académicos; mejorar intercambios y cooperación en el uso civil pacífico de la energía y la tecnología nuclear para mejorar el bienestar de las personas y enfrentar retos del cambio climático.
Dentro del acuerdo se destaca el incremento de la cooperación en infraestructura digital, equipos de telecomunicaciones, 5G, big data, computación en la nube, inteligencia artificial, Internet, ciudades inteligentes y construcción de laboratorios conjuntos. También se fortalecerán intercambios en el campo aeroespacial, aviación civil, políticas públicas en industria energética y recursos, turismo, transporte y protección ambiental.
Asimismo, en el marco de la pandemia del COVID-19 y la aparición de la variante Ómicron que encendió las alarmas en todo el mundo generando complejas olas, se intentará intensificar el diálogo sobre las políticas de salud, la solidaridad y la cooperación, erradicando la pobreza y las desigualdades que tanto crecieron en el último tiempo. Para cerrar sentencian sobre el gran desafío para la Agenda 2030: "Lograr un desarrollo global más sólido, más verde y equilibrado, a fin de no dejar a nadie atrás".