El presidente Joe Biden renovó el lunes su presión para que se realicen inversiones significativas con el fin de combatir el cambio climático, en una visita a California que forma parte de una gira por tres estados del oeste de Estados Unidos, y realizó un recorrido aéreo por las zonas afectadas por una de las peores temporadas de incendios del país.
El objetivo del viaje es poner de relieve los estragos causados por el calentamiento del planeta, presionar para que se destinen más recursos a la lucha contra este problema y promocionar las iniciativas medioambientales que forman parte de los proyectos de ley de infraestructuras que está impulsando su Administración.
Biden también hará campaña a favor de su colega demócrata Gavin Newsom, que lucha por mantener su puesto de gobernador en una consulta electoral de California del martes.
Biden recorrió la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California en Sacramento con Newsom, donde se dirigió a los responsables de operaciones de emergencia y dijo que los padres no sólo están preocupados por sus hijos debido al COVID-19, sino también por si pueden respirar el aire.
"Los científicos llevan años advirtiéndonos de que el clima extremo va a ser más extremo. Ahora lo estamos viviendo en tiempo real", dijo Biden.
Los fenómenos meteorológicos extremos costaron a Estados Unidos 99.000 millones de dólares el año pasado, y ese récord se batirá de nuevo este año, según el presidente, que subrayó la necesidad de una acción urgente y decisiva para combatir el calentamiento global.
"Tenemos que pensar a lo grande. Pensar en pequeño es una receta para el desastre", dijo, al tiempo que defendió un proyecto de ley de infraestructuras de 1,2 billones de dólares que apoyan miembros de los dos grandes partidos y otro paquete de 3,5 billones de dólares que, según dijo, serviría para combatir el cambio climático durante una década. Las medidas se enfrentan a obstáculos en el Congreso de Estados Unidos, que está muy dividido.
Biden pudo comprobar de primera mano los daños sufridos en California mientras su helicóptero Marine One sobrevolaba un paisaje reseco y nebuloso por el humo de los incesantes incendios forestales. Las manchas negras en el paisaje mostraban las zonas en las que se habían apagado los incendios.
El incendio de Caldor, en California, que había amenazado la zona turística del lago Tahoe, ha calcinado más de 88.600 hectáreas y ha destruido más de 1.000 viviendas y otras estructuras desde que estalló en la cordillera de Sierra Nevada, a unos 112 kilómetros al este de Sacramento, el 14 de agosto.
Hasta el lunes, los bomberos habían establecido líneas de contención en el 67% del perímetro del incendio. Se trata del segundo incendio más grande del estado este año, por detrás del "Dixie Fire", que ha calcinado más de 388.000 hectáreas y ha destruido más de 1.300 edificios en las Sierras, más al norte, desde que comenzó a mediados de julio. Este incendio forestal es el segundo más grande de la historia de California.
Con información de Reuters