El expresidente de Burkina Faso Roch March Christian Kaboré, derrocado la semana pasada, reapareció en público por primera vez hoy durante una reunión con una delegación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) que se desplazó a la capital del país, Uagadugú, luego del golpe de Estado.
La jefa de la delegación, Shirley Ayorkor Botchwey, dijo tras la reunión que Kaboré "cuenta con buena salud, en lo que han podido hablar con él", según recogió el portal burkinés de noticias Burkina24.
La delegación se reunió además con una delegación de la nueva junta militar.
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Botchwey, quien es ministra de Exteriores de Ghana, resaltó que "los jefes de Estado (de la Cedeao) pidieron a la misión que viniera (al país) para unas conversaciones con las autoridades para examinar la situación y ver cuál es el futuro para Burkina Faso".
Así, la ministra, que ha estado acompañada por el representante especial de la ONU para África Occidental y el Sahel, Mahamat Saleh Annadif, subrayó que el objetivo es "ver cómo se puede trabajar con Burkina Faso para que el país pueda salir de esta situación.
La Cedeao suspendió al país de ese organismo a causa de la asonada, liderada por Paul-Henri Sandaogo Damiba -actual jefe de la junta militar burkinesa-, medida a la que se sumó durante la jornada de ayer la Unión Africana (UA), recordó la agencia de noticias Europa Press.
El Departamento de Estado estadounidense dijo que "apoya" las acciones anunciadas por ambos organismos "en defensa de la democracia y el Estado de Derecho" y que "comparte las preocupaciones de los líderes africanos en torno a las acciones de oficiales militares de Burkina Faso".
"Si bien algunos elementos de la Constitución han sido restaurados, las tomas extraconstitucionales del poder erosionan la legitimidad de la gobernabilidad y limitan la capacidad de Estados Unidos y otros socios internacionales para ayudar al país avanzar hacia la paz y la seguridad", apuntó.
El golpe de Estado llegó tras un amotinamiento de militares en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo, motivo por el que los soldados exigieron la dimisión de Kaboré y otros altos cargos de las fuerzas de seguridad.
La asonada tuvo lugar casi dos semanas después de que las autoridades anunciaran el arresto de ocho militares, incluido un comandante, en relación con un presunto complot para "desestabilizar" las instituciones del país.
El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.
Con información de Télam