Al menos tres personas murieron y 18 resultaron heridas hoy en un ataque contra un hotel frecuentado por visitantes chinos en Kabul, según una ONG que gestiona el hospital de la capital afgana donde las víctimas fueron trasladadas.
"Explosión y tiroteo cerca de un hotel aproximadamente a 1 km de nuestro hospital. Hasta el momento, hemos recibido 21 personas heridas, 3 ya estaban muertas al llegar", tuiteó la organización Emergency, que no precisó si se trataba de los responsables del ataque.
De acuerdo con el vocero de los talibanes, "tres atacantes" que participaron en el asalto murieron, informó la agencia de noticias AFP.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El ataque tuvo lugar hoy en el barrio de Shahr-e-naw, una de las principales zonas comerciales de la capital, donde se escucharon varias explosiones y disparos, informó la prensa local.
Hombres sin identificar atacaron el hotel Longan de Kabul, frecuentado por hombres de negocio chinos, cada vez más numerosos a viajar a Afganistán desde el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021.
Un portavoz de la policía de Kabul dijo a los periodistas que el ataque fue cometido por "elementos malintencionados".
"Las fuerzas de seguridad llegaron a la zona", declaró la fuente policial en un grupo de WhatsApp.
Un video que circuló por las redes sociales mostró a personas agolpadas en las ventanas de los pisos inferiores del edificio, y en otro se podían ver llamas y columnas de humo saliendo de otra parte del inmueble.
China no reconoció oficialmente al Gobierno talibán, pero es uno de los pocos países que mantiene una presencia diplomática en el país.
La potencia asiática comparte 76 km de frontera con Afganistán y teme desde hace mucho que el país se convierta en base para los separatistas de la minoría uigur, originaria de la región fronteriza de Xinjiang.
Sin embargo, los talibanes prometieron que Afganistán no sería usado como base para los activistas uigurs y, a cambio, China ofreció un apoyo económico para la reconstrucción del país.
La principal preocupación de Beijing es mantener un ambiente estable en Afganistán tras 20 años de guerra y busca garantizar la seguridad en sus fronteras y las inversiones estratégicas en Pakistán, su vecino común.
Los talibanes también cuentan con China para convertir uno de los mayores yacimientos de cobre del mundo en una planta minera.
Explotar esta planta ayudaría a enderezar el rumbo de un país con falta de liquidez y castigado por sanciones económicas internacionales.
China posee los derechos de importantes proyectos en Afganistán, como la mina de cobre de Mes Aynak en la provincia oriental de Logar, pero aún no impulso ninguno de ellos.
Desde su regreso al poder, los talibanes afirman haber mejorado la seguridad en el país pese a los números atentados ocurridos en los últimos meses.
Varios de ellos fueron reivindicados por la rama local del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
No es la primera vez que se apunta a extranjeros. El 2 de diciembre pasado, una agente de seguridad quedó herido tras varios disparos contra la embajada de Pakistán en Kabul. El EI, que reivindicó la autoría del ataque, precisó que quiso apuntar al "embajador paquistaní y a sus guardias".
Dos empleados de la embajada rusa en Kabul y cuatro afganos murieron también el 5 de septiembre cerca del edificio en un atentado suicida reivindicado también por la rama local del EI.
Era el primer atentado contra una representación diplomática desde la vuelta al poder de los islamistas.
Con información de Télam