Si alguna vez te preguntaste por qué los mosquitos parecen tener preferencia por ciertas personas, la ciencia tiene algunas respuestas. Diversos estudios identificaron factores biológicos, químicos y ambientales que influyen en la atracción de los mosquitos hacia determinados individuos.
Factores que influyen en las picaduras de mosquitos
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Grupo sanguíneo: Investigaciones demostraron que las personas con grupo sanguíneo O suelen ser más atractivas para los mosquitos en comparación con aquellas con sangre tipo A o B. Esto se debe a que ciertos compuestos químicos exudados por la piel varían según el grupo sanguíneo.
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Dióxido de carbono (CO2): Los mosquitos detectan a sus víctimas a través del CO2 que exhalan. Las personas que emiten mayores cantidades de este gas, como aquellas con mayor masa corporal o las embarazadas, tienden a atraer más mosquitos.
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Composición del sudor y microbiota de la piel: Algunas sustancias presentes en el sudor, como el ácido láctico, el amoníaco y ciertos compuestos volátiles, pueden hacer que una persona sea más o menos atractiva para los mosquitos. Además, la flora bacteriana de la piel influye en la producción de olores que estos insectos pueden detectar.
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Temperatura corporal: Los mosquitos son atraídos por el calor, por lo que las personas con mayor temperatura corporal pueden ser un blanco más frecuente.
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Ropa y colores: Está comprobado que los mosquitos son más propensos a acercarse a quienes visten colores oscuros, especialmente negro y azul marino, ya que estos tonos retienen más calor y son más visibles para ellos.
Cómo reducir el riesgo de picaduras
Para minimizar el contacto con los mosquitos, se recomienda:
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Usar repelentes aprobados por organismos de salud.
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Vestir ropa clara y de manga larga.
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Evitar la acumulación de agua estancada, donde los mosquitos pueden reproducirse.
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Utilizar mosquiteros y ventiladores, ya que las corrientes de aire dificultan su vuelo.
El truco casero para espantar a los mosquitos que solo lleva naranjas
Cuando llega el calor y las temperaturas suben, los mosquitos no tardan en hacer su aparición, invadiendo las casas y convirtiendo cualquier momento de relajación en una pesadilla. Aunque existen repelentes comerciales, muchos de ellos contienen químicos que no solo pueden ser perjudiciales para nuestra piel, sino también para el medioambiente. Sin embargo, hay una solución casera, sencilla y completamente natural que puede ayudarte a mantener a estos molestos insectos a raya: las cáscaras de naranja.
Además de ser deliciosas y una fuente excelente de vitamina C, las naranjas tienen características que los mosquitos no soportan. Su aroma cítrico y los aceites naturales presentes en la cáscara actúan como un repelente natural, manteniendo a los mosquitos alejados de tu hogar, ya sea en espacios cerrados o al aire libre. Para aprovechar sus beneficios, basta con colocar las cáscaras en lugares estratégicos de la casa, como cerca de las ventanas, las puertas o en los rincones donde suelen aparecer.
Otra forma efectiva de usar las cáscaras es quemándolas. Primero, dejalas secar al sol durante varios días, y luego colocalas en un recipiente resistente al fuego. El humo que se desprende actúa rápidamente para espantar a los mosquitos, sin necesidad de recurrir a los aerosoles químicos. Además, el aroma que deja es muy agradable.
Si buscás una solución más duradera, puedes preparar pequeños saquitos con las cáscaras secas y colocarlos cerca de tu cama, en el sofá o en el patio. También puedes hervirlas en agua y usar el líquido para rociar cortinas y marcos de ventanas. Este sencillo truco no solo aleja a los mosquitos, sino que también perfuma la casa con una fragancia fresca y natural.