Josef Schütz, un exguardia de un campo de concentración nazi, que había sido condenado a prisión en 2022 por crímenes en el Holocausto, murió a los 102 años
Este antiguo suboficial de las Waffen SS había sido declarado culpable en junio de 2022 de "complicidad" en el asesinato de al menos 3.500 prisioneros cuando trabajaba, entre 1942 y 1945, en el campo de Sachsenhausen, al norte de Berlín.
Schütz había sido condenado por el tribunal de Brandeburgo de Havel (este) a cinco años de prisión, convirtiéndose así en la persona de mayor edad condenada por complicidad en crímenes cometidos durante el holocausto.
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Su abogado había anunciado que iría a casación, aplazando por lo menos este año la aplicación de esta pena.
Nunca durante la treintena de audiencias expresó arrepentimiento al relatar su pasado.
El campo de Sachsenhausen, por su condición de cercanía con Berlín y lindero al cuartel general de entrenamiento de las SS, era un campo en donde se probaba la efectividad de las normas represivas y de exterminio que luego se trasladaban a otros campos de Europa.
Después de la guerra, Schütz fue trasladado a un campo de prisioneros en Rusia y luego se instaló en Brandeburgo (región alrededor de Berlín), donde trabajó como campesino y luego como cerrajero, sin ser molestado nunca.
Entre su apertura en 1936 y su liberación por los soviéticos el 22 de abril de 1945, el campo de concentración de Sachsenhausen vio pasar a unos 200.000 prisioneros, principalmente opositores políticos, judíos y homosexuales.
Decenas de miles de ellos murieron, víctimas principalmente de agotamiento debido al trabajo forzoso, dentro del campo y en reconocidas industrias alemanas, y a las crueles condiciones de detención.
Con información de Télam