Al menos 68 personas murieron este domingo en Nepal en la peor catástrofe aérea del país en tres décadas. La aeronave, en la que viajaban 72 pasajeros, entre ellos uno de nacionalidad argentina, se estrelló contra un barranco cerca de Pokhara, en el centro del país, donde debía aterrizar. El vuelo había partido desde Katmandú, la capital nepalesa.
El fuselaje incendiado del aparato fue hallado en un profundo barranco entre el antiguo aeropuerto de Pokhara, creado en 1958, y la nuevo terminal internacional de esta ciudad, inaugurada el 1 de enero. Esta ciudad es un punto de paso importante para peregrinos y montañistas extranjeros.
MÁS INFO
"El aparato se estrelló en un barranco, así que es difícil sacar los cuerpos. La operación de búsqueda y rescate continúa. De momento no se han encontrado supervivientes", indicó a la prensa un vocero del ejército, Krishna Prasad Bhandari.
En el vuelo iban 68 pasajeros y cuatro tripulantes, según la aerolínea Yeti Airlines. al menos 14 eran extranjeros: cinco ciudadanos de India, cuatro rusos, dos coreanos, un australiano, un irlandés y un francés, precisó el portavoz de la aerolínea, Sudarshan Bardaula.
Un funcionario local dijo inicialmente que "algunos" sobrevivientes fueron llevados al hospital, pero esto no fue confirmado ni por Yeti Airlines ni por otras fuentes.
Tras el accidente, los rescatistas trataron de sofocar el fuego entre los restos del aparato, un ATR 72 propulsado por dos motores turbohélice.
La industria aeronáutica de Nepal creció mucho en los últimos años, tanto en el transporte de mercancías como de turistas. Sin embargo, debido a la falta de formación del personal y problemas de mantenimiento, las compañías sufren a menudo de problemas de seguridad. En ese marco, la Unión Europea prohibió recientemente a todos los transportistas nepaleses entrar en su espacio aéreo.
Con información de Télam