El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo el martes que tendría que tomar decisiones impopulares y planteó la posibilidad de impuestos "dolorosos" a los ricos y recortes de gastos para intentar solucionar una miríada de problemas de Gran Bretaña que achacó al desgobierno conservador.
En un discurso en el jardín de rosas de su despacho de Downing Street, escenario de fiestas del Gobierno conservador durante la pandemia, Starmer prometió acabar con la política de siempre, y dijo a los votantes que los problemas de Gran Bretaña empeorarían antes de mejorar.
Elegido en julio con una victoria aplastante, Starmer ha prometido reconstruir la sociedad británica, y dijo que los disturbios de este mes contra los inmigrantes reflejan las divisiones que se han instalado, avivadas por lo que describió como la preferencia de los conservadores por el populismo.
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También culpó al último Gobierno de dejarle un agujero negro de 22.000 millones de libras (29.000 millones de dólares), algo que dijo que era inesperado y que le había obligado a tomar algunas decisiones difíciles, como limitar los pagos de combustible a los ancianos.
El Partido Conservador, en la oposición, acusa al Partido Laborista de Starmer de presentar la situación fiscal como mucho peor de lo que es para poder subir los impuestos.
"En octubre habrá un presupuesto, y va a ser doloroso. No tenemos otra opción (...) Los que tienen las espaldas más anchas deben soportar la carga más pesada", dijo en un discurso, en referencia a una declaración fiscal que debe presentarse el 30 de octubre.
"Hemos heredado no sólo un agujero negro económico, sino un agujero negro social, y por eso tenemos que tomar medidas y hacer las cosas de otra manera. Parte de ello es ser honestos con la gente sobre las opciones a las que nos enfrentamos y lo difícil que será", dijo.
"Francamente, las cosas empeorarán antes de que mejoren", dijo a los asistentes, entre los que había aprendices, profesores, enfermeros, pequeños empresarios y bomberos.
(Contribución de Kylie MacLellan, Suban Abdulla y Sam Tobin. Edición en español de Javier López de Lérida)