El expresidente peruano Alberto Fujimori fue para sus simpatizantes el hombre que salvó al país del terrorismo y el colapso económico, para sus detractores fue un gobernante autoritario que abusó de la democracia en su década en el poder, y para la justicia culpable de alentar la ejecución de opositores.
Fujimori, de 86 años, murió el 11 de septiembre tras las secuelas de un cáncer diagnosticado en prisión, donde pasó 16 años hasta que fue liberado por un indulto a fines del 2023, pese a la oposición de organismos de derechos humanos y familiares de las víctimas.
"Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del señor. Pedimos a quienes lo aprecian nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. Gracias por tanto papá!", dijo Keiko Fujimori en una publicación firmada también por sus otros hijos Hiro, Sachie y Kenji.
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Según sus médicos y familiares, el hijo de inmigrantes japoneses había sufrido en prisión úlceras en el estómago, pérdida de peso, hipertensión y hasta un cáncer en la lengua.
El político estuvo recluido en una pequeña prisión dentro de una base policial, donde ahora están los exmandatarios Alejandro Toledo, investigado por corrupción, y Pedro Castillo acusado de rebelión tras intentar disolver el Congreso de forma ilegal.
En los últimos meses, Fujimori había reactivado sus redes sociales para resaltar su gestión entre 1990 y el 2000, y en julio su hija Keiko Fujimori -que ha postulado tres veces a la presidencial del país- anunció que su padre competiría como candidato en las próximas elecciones previstas para 2026.
A inicios de julio, Keiko dijo que su padre fue operado con éxito tras sufrir una fisura en la cadera por una caída.
Su liberación de prisión se dio gracias a una resolución del Tribunal Constitucional, que restituyó un indulto concedido en la Navidad del 2017 por el entonces mandatario Pedro Pablo Kuczynski.
Fujimori fue condenado por haber sido autor mediato de la matanza de 25 personas en los casos Barrios Altos en 1991 y la Universidad La Cantuta en 1992, ocurridos mientras su Gobierno luchaba contra la guerrilla izquierdista de Sendero Luminoso.
Las víctimas, entre ellas un niño, fueron acribilladas por un escuadrón militar que actuaba clandestinamente, pero cuya operación Fujimori conocía y alentaba, según la sentencia.
"Soy inocente", clamó a gritos Fujmori en una airada defensa en el primer día de juicio tras ser extraditado desde Chile.
El expresidente tenía otras condenas menores por otros cargos, el último de ellos por el desvío de fondos públicos para financiar a medios y favorecer su segunda reelección en el año 2000.
EN LA CIMA
El exmandatario deja cuatro hijos, entre ellos Keiko Fujimori, quien ha postulado tres veces a la presidencia. En su último intento perdió sorpresivamente por un estrecho margen frente al profesor rural e izquierdista Pedro Castillo.
Alberto Fujimori, matemático e ingeniero agrónomo, apareció en la escena política en 1990 y sorprendió al mundo al ganarle la elección presidencial al laureado escritor Mario Vargas Llosa. Cinco años después derrotó a otro ilustre, el ex secretario general de Naciones Unidas Javier Pérez de Cuellar.
Apodado "El Chino" por sus rasgos orientales, Fujimori ganó en el 2000 un tercer mandato, tras unos comicios en los que se denunció fraude.
Cuando asumió el poder, apoyado por sectores pobres e indígenas del país, derogó abruptamente subsidios y dejó flotar libremente la moneda frente al dólar para detener una de las peores hiperinflaciones del mundo.
Tras duras medidas económicas, Perú registró altas tasas de crecimiento.
La personalidad de Fujimori estuvo rodeada de misterio durante su mandato, abonado por su cercanía con el oscuro jefe de inteligencia peruana Vladimiro Montesinos, quien para muchos ejercía el verdadero poder detrás del trono.
En 1992, Fujimori dio un giro inesperado al cerrar el Congreso con el apoyo de los militares. Sacó tanques a las calles, alegando que los legisladores le bloqueaban leyes para dar estabilidad a la economía y enfrentar a grupos rebeldes.
Ese año, logró la "captura del siglo": la del rebelde más buscado de Perú y líder del grupo maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, quien mantuvo en vilo al país por muchos años y murió en prisión a los 86 años, el 11 de septiembre de 2021.
LA CAÍDA
En 1997 a Fujimori lo llamaron "héroe" tras el rescate de 71 rehenes secuestrados durante 126 días por rebeldes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en la residencia del embajador de Japón en Lima.
Imágenes de televisión mostraron a Fujimori recorriendo los pasillos de la embajada entre los cuerpos de los 14 guerrilleros muertos, en actitud triunfal por la operación de rescate que incluyó un túnel debajo de la residencia diplomática. En la intervención militar murieron además dos comandos y un rehén.
Los escándalos de corrupción, incluyendo acusaciones de que sus asesores pagaban a medios de comunicación para apoyar su gestión, aparecieron y la opinión pública se volvió contra él.
La buena estrella se le acabó en 2000 tras la difusión de un video en el que se ve a Montesinos entregando dinero a un legislador a cambio de apoyo para el Gobierno.
Al video se sumaron cientos de otras cintas con políticos, empresarios, militares, jueces y dueños de medios de comunicación recibiendo fajos de dinero en efectivo, que destaparon una red de corrupción montada por Montesinos, quien fue capturado en el 2001 y condenado a 25 años de prisión.
Tras la revelación, Fujimori, quien se encontraba en una gira por Asia, renunció a su mandato por fax y se autoexilió en Japón, donde habían nacido sus padres.
En Tokio utilizó su doble nacionalidad para evitar a la justicia peruana y hasta postuló sin éxito al Senado japonés.
En el 2005 viajó sorpresivamente a Chile y dos años después, tras vivir en un barrio residencial, fue extraditado a Perú luego de un fallo de la justicia chilena.
Con información de Reuters