El movimiento libanés Hezbolá no pretende ampliar su conflicto con Israel, pero está dispuesto a luchar en cualquier guerra que se le imponga, dijo el martes su líder adjunto, mientras las hostilidades en la frontera entre Líbano e Israel seguían siendo intensas.
Hezbolá, apoyado por Irán, e Israel llevan ocho meses intercambiando disparos en paralelo a la guerra de Gaza, lo que hace temer que estalle un conflicto aún mayor entre los dos adversarios, fuertemente armados.
La violencia, que ha tenido altibajos durante meses, se intensificó en los últimos días. Hezbolá anunció el martes que había lanzado por segundo día consecutivo un escuadrón de aviones no tripulados de ataque unidireccional contra un cuartel militar israelí, calificándolo de respuesta a un mortífero bombardeo israelí contra Líbano.
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Las hostilidades han sido las peores entre Israel y Hezbolá desde que entraron en guerra en 2006, y decenas de miles de personas a ambos lados de la frontera se han visto obligadas a huir de sus hogares.
El líder adjunto de Hezbolá, el jeque Naim Qassem, dijo a la cadena de televisión Al Jazeera que la decisión del grupo no era "ampliar la guerra", sino que libraría una si se le imponía, según una noticia difundida antes de que se proyectara la entrevista.
Está previsto que el gabinete de guerra de Israel se reúna a última hora del martes principalmente para debatir sobre el frente norte, informó un funcionario israelí.
Con información de Reuters