Israel amplió el miércoles sus ataques aéreos en Líbano y derribó un misil que el grupo armado Hezbolá disparó contra Tel Aviv, intensificando aún más el conflicto entre los dos enemigos.
Hezbolá afirmó haber apuntado a la sede de la agencia de espionaje Mossad en Tel Aviv, la capital económica de Israel, con lo que describió como un misil balístico. Reuters no pudo confirmar de forma independiente el tipo de cohete disparado.
Mientras tanto, los líderes mundiales expresaron su preocupación por el rápido recrudecimiento del conflicto, paralelo a la guerra de Israel en Gaza contra Hamás, a medida que aumentaba el número de muertos en Líbano.
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Esta semana, el ejército israelí ha llevado a cabo sus ataques aéreos más intensos en casi dos décadas, dirigidos contra líderes de Hezbolá y alcanzando cientos de lugares en el interior de Líbano, mientras Hezbolá lanzaba andanadas de cohetes contra Israel.
Cientos de miles de libaneses han huido de sus hogares y los hospitales se han llenado de heridos desde que se intensificaron los bombardeos el lunes, cuando murieron más de 550 personas en el día más mortífero en Líbano desde el final de la guerra civil de 1975-1990.
El miércoles no hubo tregua. Israel declaró que sus aviones de guerra estaban llevando a cabo ataques de gran envergadura en el sur del Líbano y en el valle de la Bekaa, bastión de Hezbolá más al norte.
Hezbolá, apoyado por Irán, afirmó en un comunicado que había disparado un misil el miércoles por la mañana contra la sede del Mossad "en apoyo de nuestro firme pueblo palestino en la Franja de Gaza... y en defensa del Líbano y su pueblo".
El ejército israelí dijo que un único misil tierra-tierra fue interceptado por los sistemas de defensa antiaérea después de que fuera detectado cruzando desde Líbano. El portavoz Nadav Shoshani dijo que no podía confirmar cuál era el objetivo de Hezbolá cuando disparó el misil desde un pueblo del Líbano.
"El resultado fue un misil pesado, que iba hacia Tel Aviv, hacia zonas civiles de Tel Aviv. La sede del Mossad no está en esa zona", dijo.
Sonaron sirenas de alerta en Tel Aviv y en otras zonas del centro de Israel, pero no se informó de daños ni víctimas.
El ataque fue la primera vez desde el comienzo de la guerra que se avistó un misil de Hezbolá sobre Tel Aviv, considerado un objetivo con potencial para desencadenar una escalada de la acción israelí.
Hezbolá culpó al Mossad de los asesinatos de sus dirigentes.
También ha acusado a la agencia de espionaje de llevar a cabo una operación la semana pasada en la que explotaron dispositivos buscapersonas y radios de miembros de Hezbolá que llevaban trampas explosivas, matando a 39 personas e hiriendo a casi 3.000. Israel no ha confirmado ni negado su implicación.
Al menos 23 personas murieron y unas 50 resultaron heridas en ataques israelíes en todo Líbano el miércoles en cinco lugares diferentes, según una recopilación de Reuters de declaraciones del Ministerio de Sanidad libanés.
OBJETIVOS AMPLIADOS
Israel ha ampliado las zonas atacadas desde el martes por la noche, apuntando por primera vez a la ciudad balneario de Jiyyeh, al sur de Beirut, y Maaysrah, entre otros lugares.
Según el ministro de Asuntos Exteriores libanés, medio millón de personas podrían haber quedado desplazadas en el país. En Beirut, miles de desplazados que huyeron del sur del Líbano se refugiaban en escuelas y otros edificios.
Más de 60 personas fueron evacuadas por el ejército libanés a primera hora del miércoles de la localidad cristiana de Alma Chaab, junto a la frontera con Israel, tras los intensos ataques de la noche anterior.
Las autoridades israelíes informaron que la región de Galilea, en el norte de Israel, había sufrido intensas andanadas de Hezbolá el miércoles por la mañana.
En una salva se dispararon unos 40 cohetes. Algunos fueron interceptados en el aire, otros impactaron en zonas abiertas o penetraron las defensas antiaéreas hacia zonas pobladas, dijeron.
Los intercambios de disparos casi diarios en la zona fronteriza entre Israel y Líbano comenzaron tras el estallido de la guerra el pasado octubre entre Israel y el grupo militante palestino Hamás en la Franja de Gaza, en la frontera sur de Israel, con Hezbolá diciendo que actuaba en solidaridad con su aliado Hamás.
Israel se ha centrado ahora en su frontera septentrional y en el sur de Líbano.
Decenas de miles de israelíes han sido evacuados de sus hogares cerca de la frontera con Líbano, y el gobierno ha hecho de su regreso seguro un objetivo de la guerra, preparando el escenario para un largo conflicto, mientras que Hezbolá ha dicho que no retrocederá hasta que termine la guerra de Gaza.
Desde el lunes por la mañana, la ofensiva israelí ha causado 569 muertos, entre ellos 50 niños, y 1.835 heridos en Líbano, según declaró el ministro de Sanidad, Firass Abiad, a la cadena de televisión Al Yazira Mubasher.
Las tropas israelíes llevan meses entrenándose para una posible operación terrestre dentro de Líbano.
Con información de Reuters